Las quemas indiscriminadas de los terrenos en el Delta del Paraná que ya llevan medio año casi continuado en unas seis mil hectáreas, no solo tienen consecuencias en las salud de los rosarinos: los animales del humedal también se ven seriamente afectados. Ecologistas remarcaron que se trata de un “ecocidio”, así como lo fue en su momento el abuso de terraplenes para cambiar el cauce del río.

Hay cifras no estáticas de la fauna que habita en las islas frente a Rosario pero que sirven como referencia para dimensionar el problema: son 187 especies de peces, 269 de aves, 47 de mamíferos, 37 reptiles y 27 anfibios las que contabilizan desde las ONG El Paraná No se Toca. A ellas se suman las aves migrantes no nativas, y especies similares de peces que aún se desconocen.

El ambientalista de la ONG, Jorge Bártoli, recordó que algunas de las especies ya se encuentran en peligro de extinción “desde el proceso de deterioro que viene desde hace años por la sobrepesca, la contaminación, la caza deportiva y furtiva, y los terraplenamientos que cambiaban el ecosistema para la ganadería”.

El asunto está en la tasa de reproductibilidad de cada especie, y hay “los de menor preocupación por alta reproductibilidad, de leve amenaza, y en extinción”, aclaró el ambientalista, quien agregó que “no hay estadísticas ni investigaciones suficientes, pero siempre se sigue investigando”.

Lo seguro es que los incendios “serán un factor contundente en la desaparición de algunas de estas especies, por el fuego además del humo, y aun no se estudió pero seguro se modificarán las cualidades fisicoquímicas del agua”.

Algunas especies en peligro

En toda la zona comprendida en partes de territorio entrerriano, santafesino y bonaerense, están desapareciendo tanto peces como aves y animales de suelo: “En la tierra por ejemplo, ya se pudieron ver muchos carpinchos y hurones que murieron quemados, el ciervo de los pantanos quedan pocos ejemplares en esta zona y ya no quedan en la zona de Buenos Aires, la serpiente curiyú que es inofensiva, y se ven pocos del gato montés manchado”.

El yaguarundí es un felino que se veía en la zona frente a Rosario y está desapareciendo, así como también el lobito de río, aunque se observan más hacia adentro en las islas. El aguará popé es un tipo de mapache un simpático animal al que llaman así porque al pescar luego lava su presa en el río antes de comerla. En la zona hay abundancia de nutrias y zorros, pero que no correrían peligro de extinción.

Entre las aves “se dejó de ver el federal y el boyero pico de marfil” y de peces el pacú y el manguruyú que eran de la zona y ya no se ven, puntualizó Bártoli.

Los ambientalistas dialogan permanentemente con investigadores del Conicet que se dedican a abundar en el conocimiento de las especies del ecosistema, y si en algo coinciden es en que “faltan estudios, y aun hay mucho desconocimiento”.

El problema socio ambiental, Bártoli analizó que “arranca como base del abandono de un territorio subvalorado y poco conocido, que ahora con esta quema de los pastizales extrema nos pone la realidad frente a nuestras narices para que hagamos algo, y parece que lo que advertimos hace años, ya no suena exagerado”.

La mirada sobre el Acuario

Desde la ONG ambientalista que observa al río Paraná analizan el proyecto del Acuario de Rosario como “una gran obra que es una pena que se haya cerrado, porque tenía un lindo mensaje educativo para cientos de estudiantes, pero la crisis económica y la pandemia generaron el conflicto laboral en que se encuentra hoy, en que no se renovaron muchos contratos”.

En el Acuario existía un sector dedicado a la investigación del Conicet Rosario y la UNR, el cual se dedicaba entre otros temas a investigar el sábalo, “por el valor comercial por volumen de captura, ya que es fuente laboral de muchas familias que viven de la pesca”, consignó Bártoli.

Lo que en su opinión le falta al proyecto que queda en signo de interrogación, es “el mensaje conservacionista, ya que la parte educativa funcionaba muy bien pero no cerraban el círculo para que los estudiantes aprendieran cómo conservar esta naturaleza”.