Gabriel Morón, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, y especializado en inmunología, dialogó con el programa Hoja de Ruta en Sí 98.9 sobre la importancia de fabricar vacunas en Argentina tras la noticia del lote de Sputnik enviado a Rusia para su control de calidad. También opinó sobre la campaña de vacunación y sostuvo que se viene vacunando a buen ritmo, pero muy lejos de lo que se pretendía para llegar rápidamente a la inmunidad de rebaño.

Tras la noticia que el laboratorio Richmond y el Fondo Ruso de Inversión Directa anunciaron este martes la producción del primer lote de prueba de la vacuna y que estas fueron enviadas al Instituto Gamaleya para su control de calidad, Morón afirmó que nuestro país “tiene un gran bagaje en capacidades científicas enriquecidas por las universidades públicas”, que es un potencial que en este momento será utilizado por un laboratorio que “quiere arriesgarse”.

“Richmond no es un laboratorio especializado en productos biotecnológicos, sin embargo está haciendo inversiones. Es bueno que eso sea reconocido por empresas del exterior. Hay una capacidad instalada que tarde o temprano hay que empezar a explotarla”, adujo. Debe señalarse que Sputnik “es una experiencia nueva” ya que es la primera vez que se logra una vacuna de manera tan rápida, además de la escala de producción que se necesita para abastecer a todo el mundo.

Dentro de este orden de ideas el científico remarcó que en el historial de vacunas en el país hay una sola experiencia que es la de la fiebre hemorrágica argentina, que se desarrolló en la década del 70 por completo en nuestro territorio, más precisamente en la ciudad de Pergamino de la mano del doctor Julio Maiztegui que trabajó en la creación de la vacuna contra dicha patología, también conocida como "mal de los rastrojos".

En otro tramo Morón aseguró que en argentina se “está vacunando bien y rápido, pero muy lejos de lo que se pretendía como una meta para alcanzar la inmunidad de rebaño” que ante todo permite que quienes no estén vacunados también estén protegidos por un escudo de personas vacunadas. “Estamos lejos, es un momento de mucha competencia entre los países para obtener las vacunas y uno no puede poner una fecha ni un marco”, agregó.  

Otro tema que trató es la posibilidad de combinar algunas de estas vacunas para su uso. Y admitió que suelen hacerlo pero en los laboratorios y bajo estricta supervisión. “Esto se llama Prime bus heterólogo. Vacunamos a nuestros ratones con una cosa y después de unos días le inyectamos otra, el tema es que aquí estamos tratando con personas y los medicamentos tienen que ser autorizados y pasar ciertos estudios para ver si no provoca inconvenientes”, especificó.

Dentro de este orden de ideas Morón aseveró que las tres vacunas que se aplican hoy en argentina (Sputnik V, Sinopharm y Oxford/AstraZeneca) tiene un buen porcentaje para proteger a las personas de hospitalizaciones y muerte. A la vez manifestó que la rapidez en la salida de estas vacunas, como es al caso de las de adenovirus y ARN de transferencia, llevan más de dos décadas de investigación, además en estos casos, por la emergencia, “hay un fuerte apoyo de gobiernos y privados para la investigación, por lo tanto se aceleran los procedimientos”.

“Este es un virus fácil de combatir, hay otros muy complicados, por ejemplo el HIV que no tiene una vacuna, y no es por falta de esfuerzo, sino porque es complicado. El coronavirus es muy fácil de combatir y lo notaron en China cuando se sacó su secuencia”, precisó.   

El Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia, confirmó este miércoles la recepción del primer lote de la vacuna contra el coronavirus "Sputnik V" producido en Argentina por Laboratorios Richmond. De esta manera, nuestro país se ha convertido en el primero de América Latina en comenzar con la producción de la vacuna rusa.

El envío de Sputnik argentinas a Rusia

Con la llegada de este lote a Rusia, ahora el Instituto Gamaleya supervisará el control de calidad. De ser positivo este proceso, se pasará a una siguiente etapa que implica la importación del antígeno desde Rusia para su posterior envasado en nuestro país. Si todos los pasos se dan en los plazos que corresponde, la compañía estima que la producción a escala comenzaría en el mes de junio.

La posibilidad de poder completar el proceso de producción de la vacuna Sputnik V en Argentina a partir de la sustancia activa que fabrica el Instituto Gamaleya, aceleraría el plan de vacunación que lleva adelante el Gobierno Nacional. Además, nuestro país se convertiría en uno de los nodos de la cadena de producción de vacunas en América Latina, y de esta manera favorecer el acceso a los demás países de la región.

Con la transferencia de tecnología facilitada por el Fondo Ruso de Inversión Directa, el Laboratorio Richmond realizó la formulación de la sustancia activa en los viales del componente 1 y componente 2 de la vacuna Sputnik V.

Aquí el audio de la nota completa. 

22 - 04 - 2021 - Gabriel Morón s/ vacunas en Hoja de ruta by Sí 989