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La realidad del turismo es demoledora. El sector, acostumbrado a salir adelante más allá de cualquier crisis, no puede con la pandemia. En Rosario, el coronavirus ya obligó a que dos hostels y cuatro hoteles bajen la persiana.

La Cámara Hotelero Gastronómica y la Cámara de Hostels de Rosario atraviesan realidades más similares que de costumbre, y la advertencia fue la misma: “Si el freno del turismo continúa para largo, varios más pensarán en el cierre". 

Rosario es una ciudad de turismo de cercanía. Los grandes congresos internacionales hoy no existen, y los atractivos del río y las islas, los parques, los museos, los bares y los teatros siguen allí, pero afectados por la realidad.

Omar Ortigüela preside la Cámara de Hostels desde su apertura, y en diálogo con Rosarioplus.com relató: “En este rubro todo es posible, nada es seguro, decimos siempre. Somos 12 hostels en la Cámara, y hay unos cinco o seis por fuera, y hasta el momento ya cerraron dos hostels, 83 Rosario Hostel y La Casa de Arriba. Son dos caminos, o cerrar, o invertir mucho en sostener a flote sin ganancias”.

El hostelero contó que su decisión en particular fue la de reconfigurar el hostel, antes de esperar algún subsidio, y tiene habitaciones privadas que alquila como fijas. Lo mismo hicieron algunos más, pasando de los habituales pasajeros a los residentes mensuales, en algo que puede compararse con una pensión.

Gustavo Gardebled es vicepresidente de la Asociación Hotelera y la Cámara Hotelero Gastronómica de Rosario. Ambas tienen 120 hoteles, de los cuales solo está funcionando el 20 por ciento, y con una ocupación interna del ínfimo 10 por ciento. La apertura de ese 20 por ciento es con restricciones, solo reciben huéspedes con permisos de circulación y que estén en Rosario por trabajos esenciales, o alguno por alguna emergencia.

El otro 80 por ciento que no abre, "también debe gastar en mantenimiento de la infraestructura, y sigue pagando impuestos y servicios aunque no tengan ganancias" aclaró.

Esta industria sostiene a alrededor de 3500 empleados directos, y otra similar cantidad de indirectos entre proveedores, lavandería, contadores, expertos en seguridad.

Cuatro hoteles cerraron durante la pandemia, y Gardebled destacó con pena: "Son hoteles que llevaban tiempo y prestigiosos. Supimos que están vendiendo sus muebles y acordando con el personal. Y creemos que cerrarán más, porque todos están viendo cómo seguir si pasa mas tiempo sin actividad".

El mismo calificó la situación del turismo cerrado por la pandemia como "desesperante", y reflexionó: "Rosario es un atractivo de fin de semana y de turismo de congresos, pero se cortó a comienzos de marzo, y no tendrá una recuperación inmediata, y lo peor es la incertidumbre de cuándo. Como todos los rubros, pensamos que el cierre era sólo por unos meses. Y los huéspedes habituales que se esperaban para congresos en noviembre o diciembre ya se cancelaron".

Un timbre de celeridad

Algo en lo que también concuerdan hoteles y hosteles es en la necesidad de herramientas por parte del Estado en sus tres niveles para subsistir, principalmente en decisiones respecto a los impuestos y servicios. Destacaron que “Municipio y Provincia comprenden la situación dramática e imprevisible, pero no vemos que nos den soluciones rápidas”, aseguró el vicepresidente de los hoteleros, Gustavo Gardebled.

Fue así que describió: “Nos ofrecieron un plan de pagos de créditos, pero eso es algo que después deberemos afrontar adeudándonos. Hay un abultamiento de pasivo que puede explotar. Buscamos soluciones definitivas y rápidas: queremos que se aprueben los proyectos que son varios, para evitar que cierren más hoteles. Somos una industria sin chimenea, de un servicio que genera inserción laboral para mucha gente que es su primer empleo, además de ser la cara visible de la ciudad al mundo como servicio de hospitalidad”.

Por parte de los hosteleros, Ortiguela puntualizó: “Hay dos reclamos que venimos haciendo, y que esperamos la Municipalidad eleve al secretario de Turismo Alejandro Grandinetti: alguna ayuda en los pagos de los servicios y créditos. De la Municipalidad esperamos que contemplen prorrogar el tema de habilitaciones, porque en estos meses a varios se nos vencían, y es imposible pagar el monto para re-habilitar en este momento de casi cero ingresos”.

La provincia les ofreció subsidios, y Nación créditos a tasa cero, “que comenzás a pagar desde septiembre, u octubre, pero con eso no alcanza”, aclaró, pero al menos destacó que la Municipalidad “logró que avance un convenio con la construcción, para que sus obreros se hospeden con algunos de nosotros”.

Esta semana los hosteleros adelantaron que tendrán una reunión con autoridades municipales y provinciales del Turismo donde llevarán estos reclamos, “los que ya conocen, porque el dialogo es fluido, solemos hablar semanalmente”.

EL referente de los hoteles Gardebled puntualizó que “a la provincia el reclamo es que nos eximan de pagar el API, así como el TGI municipal, y que nos consideren modificar el modo de pago de los servicios de EPE y agua, porque seguimos tributando potencia, algo que siempre hicimos y haremos contemplando que consumíamos más cuando había congresos y eventos. Pero en este momento de cero ingresos, queremos seguir pagando y esos montos se nos hacen imposibles de afrontar”.

Fue más allá, y reclamó “que se declare emergencia nacional del sector turístico, para evitar pasivos y cierres”.

Los dos optimismos del futuro

Sin poder pinchar en el calendario una fecha concreta, en algún momento vendrá el futuro pos pandemia, y una llamativa nueva coincidencia entre hosteleros y hoteleros fue que aseguraron mantener su optimismo para su industria de cara a una reconstrucción y reformulación.

“El turismo internacional no se va a liberar tan fácilmente, por lo que queremos apuntar al turismo de cercanía, de menor a mayor. Que la ciudad vuelva a atraer para viajes de fin de semana largo a turistas de grandes ciudades ya que estamos a pocas horas, y es una ciudad de muchos atractivos”, avizoró Omar Ortiguela.

Por su parte el vicepresidente de los hoteleros destacó: “Somos optimistas del futuro, pero necesitamos que se tomen ya las decisiones porque hace un mes y medio que hacemos estos reclamos, y hay proyectos tanto en el Concejo como en el Congreso provincial. Es un momento de emergencia, y el tratamiento debería ser así”.

Queremos reactivar el turismo de cercanía y de congresos, porque es un ciudad de múltiples atracciones entre el río, los parques, los museos, y cuando llegue el turismo la ciudad se moverá nuevamente, porque son los que invierten en la comida local y atracciones. Estamos pensando ya cómo ser una ciudad competitiva nuevamente aunque no se sepa cuándo, suponemos que después de marzo es un buen momento, ya que el verano es nuestra temporada baja, luego veremos si se podrá reactivar para Semana Santa”.