El Ministerio de Producción provincial tiene a 27 familias bajo total incertidumbre desde el comienzo del año porque el Acuario de Rosario se encuentra cerrado desde el inicio del asueto obligatorio dictado en enero pasado por el gobernador Omar Perotti. Sólo abrió al público unas pocas semanas antes de la cuarentena durante el carnaval.

El colectivo de trabajadores del Acuario manifestó su preocupación por la continuidad laboral ante la falta de diálogo con las autoridades, en lo que observan como un desmantelamiento paulatino de seis meses tras la transición de gobierno. Al panorama se suman los rumores de una posible renuncia del ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de Santa Fe, Daniel Costamagna.

“Ante los anuncios de reapertura de museos e instituciones educativas, no sabemos cómo piensan hacer cuando no hay un director designado, y en enero pasado se vencieron los contratos de las boleteras, no sabemos qué ocurrirá con los del personal de educación y comunicación, o la implementación del protocolo de sanidad”, enumeró Daniela, una de los trabajadores del Acuario en diálogo con Rosarioplus.com.

“Con desmantelar, no hablamos de que se estén derribando las paredes ni que se hayan llevado los peces, pero sí de acciones y omisiones en sintonía: que no haya un director, y dejen caer los contratos de la mitad, dejando familias sin su sustento laboral. En los baños se terminó el jabón en el momento más álgido de la cuarentena, y eso es desmantelar de forma encubierta si no se repone la logística cotidiana”, ejemplificó.

El reclamo cuenta con el apoyo de ATE Rosario aunque no estén agremiados, porque ninguno se encuentra en planta permanente. “Casi todos somos contratados, algunos con promesas de continuidad que no se cumplen, pero todos monotributistas, que a mediados de febrero no nos dejaron pasar sin notificarnos nada, con seguridad privada, sin darnos una explicación”, expresó la empleada preocupada.

De esta forma se espera que antes del anuncio de reapertura del Acuario, exista alguna certeza por parte de las autoridades para sus fuentes de trabajo y condiciones laborales.

En las únicas dos semanas que abrió el Acuario en febrero pasado, fue “de una forma muy precaria sin residentes guías, sin cobrar entradas por no haber boleteras, y organizado provisoriamente”, aseguró. Luego permaneció cerrado sin un proyecto educativo, y vino la cuarentena.

Los trabajadores recordaron que “ya la gestión anterior dejó la situación de forma muy precaria, pero desde el cambio de gestión nos costó mucho lograr un dialogo, que nos den información, y nos dejaron con más incertidumbre, pareciera que la idea es ganarnos por cansancio”.

Lo único que continúa en pie es el Área acuariológica, a cargo del mantenimiento de vida de los animales, el mantenimiento de bombas y computadoras, aunque tienen contrato hasta noviembre próximo. La limpieza y la seguridad continúan en el predio pero se encuentran tercerizadas, no formando parte del reclamo.

El Acuario hasta diciembre pasado dependía del Ministerio de Ciencia provincial, pero dado que ésta cartera fue absorbida por el Ministerio de Producción, ahora depende de la Secretaría de Ciencia dentro de éste, por lo que son menores los recursos asignados, estimaron.

“Exigimos continuidad laboral, tanto para los que siguen sus contratos como los que no se renovaron, regularización de todos, y mejoren las condiciones salariales, que están muy por debajo de lo básico”, finalizó Daniela.