Era previsible que la cuarentena obligatoria anunciada por el presidente Alberto Fernández el pasado 19 de marzo provocara entre los cambios más evidentes, la merma en el tráfico de la ciudad, y el sistema de Transporte Único de Pasajeros reflejó desde ese día una disminución que emociona en el marco del plan sanitario contra el pico de contagios, aunque en términos de sustentabilidad, asusta: el número de usuarios es de un 10 por ciento de la cantidad que viajaba habitualmente pre-cuarentena.

“La disminución de pasajeros es muy importante durante el aislamiento, y varía según el día pero es alrededor de un 90 por ciento”, confirmó la secretaria de Movilidad Eva Jokanovich a Rosarioplus.com.

Para graficar el gran cambio, cabe precisar que en todo el territorio rosarino -la ciudad con más habitantes de la provincia-, en un día laboral habitual se mueven alrededor de 450 mil personas, casi la mitad de los ciudadanos. Desde hace tres semanas, ese viernes en que comenzó la cuarentena obligatoria, el giro fue rotundo, y si bien cada día puede variar entre un 8 a un 12 por ciento de esa cantidad, se trata sólo de ciudadanos que forman parte del personal esencial afectado, o sea empleados de la salud pública, rubros de alimentos, etc.

Para conocer las estadísticas, “la tecnología de la Tarjeta MOVI permite contar con esta información, ya que cada vez que un usuario apoya la tarjeta sobre la validadora el viaje queda registrado, y al final de cada jornada tenemos los datos por línea, para conocer cómo está variando la demanda”, relató la funcionaria.

Fue a partir de la baja de usuarios del TUP que la frecuencia mermó en consecuencia, entre un 20 y un 30 por ciento. “Adaptamos el servicio a la demanda de los pasajeros con un esquema como el de los sábados, pero reforzado en los horarios de ingreso y egreso del personal de salud, o tal como sucedió durante los últimos días con los operativos en las entidades bancarias”, afirmó Jokanovich.

Claro que si se compara, “la demanda bajó mucho más que las frecuencias, porque es necesario garantizar el distanciamiento en el interior de las unidades”, y aseguró que “en este sentido, se viene trabajando muy bien con las empresas prestadoras”.

Como todos los ámbitos en este marco de cuarentena, es una realidad que puede cambiar de un momento a otro, y para eso, la secretaria de Movilidad aseguró que “se monitorea continuamente el sistema, la demanda y el factor de ocupación de los colectivos”.

El aumento del boleto no se discute

Un interrogante que deja en el aire la baja tan abrupta de la cantidad de pasajeros en los colectivos es de qué forma se sustenta el servicio (un asunto que ya preocupa desde hace tiempo desde la quita de subsidios nacionales), y en este sentido reflotan las dudas sobre algún posible aumento del boleto regular.

Al respecto Eva Jokanovich respondió a este medio que “eEste contexto genera una situación absolutamente excepcional y sin precedentes, lo que nos obliga a tomar definiciones día a día. Estamos a la espera de ver qué definiciones toma el gobierno nacional en relación a subsidios que permitan el sostenimiento de las empresas. En ese marco, por el momento no se analiza ningún tipo de aumento de tarifa”.

Especificó en este sentido que un aumento “perjudicaría al personal esencial afectado (los pocos trabajadores con certificado habilitante de circular), y que al mismo tiempo no resolvería el problema ya que el flujo de pasajeros es mínimo”.

Finalmente agregó: “Todas las áreas de la Municipalidad estamos trabajando en pos de garantizar el trabajo del personal de salud. Desde la cartera de Movilidad hemos incrementado los servicios en los horarios de ingreso y egreso de los trabajadores de la salud de los principales efectores de la ciudad e instalamos máquinas de autocarga de saldo de la Tarjeta Movi en ocho Centros de Salud. Hasta el momento no hay ninguna otra definición al respecto”.