En las últimas semanas, murieron en Rosario dos mujeres jóvenes y sin enfermedades previas, que se habían contagiado de COVID en la última etapa de su embarazo. En ambos casos, el fallecimiento se dio poco después del parto.  "A diferencia de la primera ola, las embarazadas se han convertido en grupo vulnerable", confirmó en este sentido la ministra de Salud de la provincia, Sonia Martorano, cuando fue consultada por Ariel Bulsicco en la Sí98.9.

Rosarioplus.com pudo acceder a un estudio reciente que se hizo en forma paralela en 18 países, sobre la relación entre coronavirus y embarazo. Y la conclusión es que existe un mayor riesgo de preeclampsia y que deben prestarse atención a los síntomas, especialmente en el último tramo de la etapa de gestación.

Según explicó la doctora Antonella Ugolini, responsable del Departamento de Obstetricia del Grupo Oroño, el trabajo se hizo con 2130 mujeres embarazadas de 18 países. “El COVID-19 en el embarazo se asoció con aumentos consistentes y sustanciales en la morbilidad y mortalidad materna severa, así como con complicaciones neonatales. Los hallazgos deben alertar a las personas embarazadas y a los médicos para que implementen estrictamente todas las medidas preventivas recomendadas”.

Ugolini agregó además, en diálogo con RosarioPlus: "Creo que debemos fortalecer los aspectos vinculados a la prevención, pero no entrar en pánico. Y poner especial énfasis en lo que pasa con los convivientes de las embarazadas. Nos pasa a veces que la mujer que está en la última etapa del embarazo, con licencia en su casa, se termina contagiando a través de su pareja. Por eso decimos también que no hay que hacer en este contexto encuentro tipo 'baby shower'. O nos hemos encontrado con que nos cuenta una paciente que se ha contagiado, que estaba cuidándose pero que le llevaron regalitos cuando estaba en la última semana antes del parto. Ese tipo de socializaciones, son riesgosas".

De acuerdo a datos nacionales, se habían registrado 13.319 contagios entre mujeres gestantes al 27 de mayo, según el último informe elaborado por el Ministerio de Salud sobre el tema. De esa cifra, 129 necesitaron internación y 48 respiración mecánica. En el promedio de edad de quienes cursaron el coronavirus, entre 28 y 32 años estuvo la mayor cantidad de infectadas.

Por su parte, de las 80 mil víctimas fatales que hasta ahora dejó la pandemia en el país, apenas 63 fueron muertes de embarazadas, un porcentaje bajísimo respecto del total. "Y la mitad de ellas, tenía alguna comorbilidad", señaló Ugolini. No obstante, la prioridad ahora pasa por incluir a las mujeres en etapa de gestación en las prioridades de vacunación. "Hoy sólo accede a vacunarse alguien que está cursando un embarazo, si es docente o personal de salud", indicó la profesional del Grupo Oroño. Que finalizó: "Es un tema sobre el cual estamos generando conocimiento al mismo tiempo que avanza la pandemia. Estamos todo el tiempo aprendiendo e investigando. Prestamos mucha atención por ejemplo a lo que se está escribiendo en Europa, que van más adelantados porque están en la tercera ola". 

Los casos en Rosario y el informe internacional

En abril, falleció una mujer de 27 años que cursaba un embarazo de seis semanas, en el Hospital Modular de Granadero Baigorria. Su caso fue diferente del de las dos muertes que se dieron en los últimos quince días. A fines de mayo, una joven de 34 años falleció en el Hospital Italiano, pocos días después de haber parido por cesárea a su segundo hijo. Había cursado el COVID y debió transitar las últimas semanas antes del parto por distintas salas hospitalarias. Era de Ceres y tras buscar una cama de internación en Rafaela, finalmente consiguió lugar en Rosario. Su hijo Bruno pudo quedar en neonatología y hoy está fuera de riesgo. Mientras que esta semana, se supo de un caso similar, en un sanatorio privado de la ciudad.

En este marco, sirve conocer los datos del mencionado trabajo de investigación internacional, realizado por Grupo Jama y publicado en abril pasado, con datos relevados también en la Argentina. Allí, sobre un total de 2.130 casos, se verificó el fallecimiento de 11 mujeres con diagnóstico de COVID-19, el 1,6 % del total. De estos, cuatro tenían preeclampsia grave (en uno de los embarazos, superpuesto a hipertensión crónica y en otro, asociado a miocardiopatía). Además, cinco mujeres habían empeorado la insuficiencia respiratoria prenatal, dos de las cuales se sometieron a cesárea. Y a pesar del soporte respiratorio intensivo, murieron más tarde. Las dos mujeres restantes, desarrollaron fiebre, tos y dificultad para respirar dentro de los 7 días de un parto sin incidentes y murieron poco después, a pesar de la atención de la UCI. En el grupo de mujeres sin diagnóstico de Covid19, hubo 1 muerte por neoplasia maligna hepática preexistente y cirrosis. Por lo tanto, concluye el trabajo, “las mujeres con diagnóstico de Covid tenían 22 veces más probabilidades de morir”.

La infección por Covid-19 durante el embarazo se asoció con un riesgo sustancial de morbilidad y mortalidad en los padres en el posparto y sus bebés en todo el mundo, en comparación con sus contrapartes embarazadas no infectadas, especialmente si estas personas presentaban síntomas o comorbilidades. “Existe una necesidad urgente de realizar un seguimiento con estos padres y bebés debido a los posibles efectos a largo plazo en la salud, incluido el COVID-19”.

En resumen, si bien la muerte de mujeres embarazadas con coronavirus no ha sido frecuente, es un tema que se está investigando, sobre todo con la segunda ola de contagios en el país. "Según cada caso, el obstetra debe evaluar el riesgo y beneficio de recibir la vacuna, que recordemos está en Fase 3. Pero una mamá que está embarazada, por ejemplo, si es médica terapista, es recomendable que sea vacunada", señaló la ministra Martorano en la Sí98.9