La suba de contagios de coronavirus puso en alerta a las autoridades sanitarias. Las unidades de testeo de Rosario pasaron de tomar 200 muestras por día a 700, a su vez la positividad el primero de diciembre era de 4% y ahora ronda el 12%. Los partes diarios que brinda el Ministerio de Salud de la provincia confirman esta tendencia y los infectados se posicionan por encima de la centena. Cabe aclarar que no son los únicos centros y que suelen tener una positividad superior a otros efectores ya que allí se analizan personas sintomáticas y que fueron contacto estrecho de algún caso positivo.

Desde la cartera sanitaria aconsejan retomar medidas de cuidado para evitar el crecimiento abrupto de casos. Insisten en el uso correcto de barbijo, la distancia y la ventilación, fundamentalmente en estas fechas de tantas actividades sociales.

Florencia Galati, médica infectóloga y miembro de la Dirección de Epidemiología santafesina, dijo a Rosarioplus.com que hay un cambio en la conducta de análisis. Hace apenas unos días se secuenciaban todos los casos para variante Delta y a partir de la aparición de Ómicron sólo se comenzó a testear a los viajeros con síntomas. Confirmó además que desde esta semana se comenzaron a testear todas las muestras sin necesidad de tener antecedentes de viaje, informó la epidemióloga.

En referencia a estos datos de una suba considerable de casos y su corolario en cuanto a la internación y el estado de las unidades de terapia intensiva (UTI) adujo que la poca presencia de internados tiene una clara relación con la buena campaña de vacunación. Galati señaló que en estas últimas cuatro semanas, “hubo sólo dos internados en sala general”, en efectores que reportan casos porque algunos ya “no están haciendo los reportes correspondientes”. En el caso de UTI advirtió que quienes llegaron últimamente “no contaban con el esquema de vacunación, que además es un número bajísimo”.

La infectóloga informó además que en las próximas semanas lanzarán campañas de concientización para que los santafesinos se acerquen a los centros de vacunación a recibir sus dosis o anotarse en la página oficial de la provincia. También expuso que la posición geográfica de Santa Fe, por su cercanía con otros distritos donde ya hay presencia de Ómicron, aconsejó estar atentos y testearse por más que los síntomas sean leves entendido la gran apertura de actividades que se vive.    

Por su parte y en consonancia con Galati, la ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano, advirtió en una radio de la capital provincial que la positividad de casos de covid puede llevar "rebrote ahora", sobre todo luego de las fiestas de fin de año y las vacaciones. No descartó restricciones e insistió en la importancia de testearse ante la presencia de síntomas compatibles con la enfermedad.

"Los domingos la gente se está reuniendo a comer un asado. Tratemos de que sea al aire libre, no mucha gente, los que habitualmente se ven. Me preocupa el después, no estas reuniones. Cuando la gente joven sale a las plazas y se quitan los barbijos. Estoy viendo que Ómicron es súper contagiosa", señaló Martorano.

Actualmente hay 3 puestos de testeo que funcionan de 9 a 15 de lunes a viernes en, estacionamiento del Galpón 13, Córdoba y Circunvalación y Uriburu y Oroño. Fines de semana y feriados sólo funciona de 10 a 17 del galpón en la zona central.

Informe del Colectivo interdisciplinario de investigadoras, investigadores de CONICET y UNR

En un estudio hecho por la universidad y el Conicet se detalló parte de las causantes del disparado de la curva de casos en los últimos días. Según detallan, la cercanía de fin de año, con despedidas y encuentros sociales masivos sin cuidados, es una de las causas que, sin dudas, explica el crecimiento de casos. “Sabemos que la tasa de reproducción del virus es proporcional al número de personas en promedio con las que está en contacto cada persona. El año pasado se observó un incremento similar de casos durante el mes de diciembre, que luego se retrotrajo durante enero”, afirma el informe.

Además dice que la disminución en los niveles de anticuerpos en circulación dentro de la población vacunada y/o previamente contagiada. “La cantidad de anticuerpos capaces de neutralizar al virus, generado tras la vacunación o la infección, va decayendo con el tiempo, siendo éste un mecanismo natural del sistema inmunológico. Al disminuir el nivel de anticuerpos en la población, aumenta la probabilidad de transmisión”, explican desde “Ciencia Rosarina contra el Coronavirus”.

Por otro lado sostienen que Ómicron, dada la cantidad de mutaciones que presenta, pareciera tener mayor capacidad para evadir la respuesta inmune, resultando entonces mucho más transmisible que las otras variantes en la población vacunada y/o previamente infectada.

“Previo a la propagación de Ómicron se observa un incremento notable en el número de casos por lo que es esperable que con Ómicron este crecimiento exponencial se acelere más aún. De hecho, en Sudáfrica y en otros países donde el número de casos permanecía estable previo al ingreso de esta variante, encontramos un aumento exponencial muy rápido en el número de casos tras la llegada de la misma”, sustentan los científicos locales.

Además aclaran, respecto a la supuesta menor letalidad de Ómicron, qye “aún no hay evidencia que respalde esta afirmación ya que la aparición y circulación de esta variante es muy reciente. En Sudáfrica, donde fue detectada por primera vez, ya se observa un aumento en el número de internaciones y fallecimientos”.

Y aún si la letalidad fuera bastante menor que la de las variantes anteriores, “su mayor transmisibilidad implicaría un crecimiento más abrupto de casos que alcanzaría a una gran fracción de la población, con lo que el número de internaciones y fallecimientos podría llegar a valores comparables con los que ocasionaron las variantes anteriores, poniendo nuevamente en crisis al sistema sanitario”.

Si bien es esperable que las vacunas continúen siendo total o parcialmente efectivas en la prevención de las formas graves de la enfermedad, hay evidencia de que la reducción de letalidad que logra la vacunación es menor en la población de mayor edad.

En un informe anterior, de este grupo de trabajo se observó que una vez producido el contagio, una persona vacunada mayor de 70 años tiene 2,5 veces menos probabilidades de fallecer respecto de una persona no vacunada del mismo rango etario mientras que en la población menor de 60 años esta reducción es significativamente mayor.

“Este menor nivel de protección a medida que aumenta la edad suma un factor más a considerar respecto al posible impacto de un crecimiento abrupto de casos sobre el sistema de salud y sobre los fallecimientos”, argumentan.