Aguas Santafesinas salió esta vez a señalar que la disponibilidad del río Paraná como fuente de abastecimiento está en zona crítica y pide a la población el uso responsable del recurso para evitar el déficit del servicio.

Guillermo Lanfranco, gerente de relaciones institucionales de la firma estatal, habló con Si 989 y dejó algunos consejos para evitar el derroche del recurso por parte de los usuarios. Marcó que lo importante es “hacer un uso responsable” del agua lo cual “no implica un cambio en los hábitos”.

El caudal que ingresa puede estimarse próximo a los 7.700 metros cúbicos por segundo, el 40% del valor promedio de junio de los últimos 25 años. Esta tendencia se sostendrá en las próximas semanas, señalan los expertos.

Desde el mes pasado, el río Paraná presenta una tendencia decreciente. El río tuvo un nivel de 18 centímetros este lunes en la zona del Puerto, justo la mitad del correspondiente al día anterior y un centímetro por encima del que se registró en noviembre pasado. Como explicaron los especialistas, la bajante es la más grave de los últimos 50 años en la región. Si bien desde Aguas Santafesinas aclararon que el servicio no está resentido y que las tomas funcionan correctamente, vale la pena recordar algunas recomendaciones para cuidar y ahorrar el recurso.

Lanfranco citó el lavado de veredas en los edificios, donde sugirió al personal encargado no usar una manguera abierta todo el tiempo, sino más bien hacerlo con baldes. Vale la salvedad que sobre este tipo de acciones ya existe normativa municipal, por la cual Aguas Santafesinas mantuvo una reunión con autoridades municipales para que ejerzan su poder de policial ante cualquier hecho que no cumpla esta ordenanza.

Esta bajante que comenzó hace ya dos años obligó a la empresa a comprar una nueva estación de bombeo por la escasa cantidad de agua. El dato es que en todo este tiempo el río nunca alcanzó su caudal estacional correspondiente a cada una de las temporadas, siempre estuvo muy por debajo, pero ahora “se está llegando a extremos muy riesgosos”, sobre todo para extraer los 600 mil metros cúbicos necesarios para abastecer a Rosario y toda su región.

“El hecho de la bajante hace que las bombas extraigan menos y se rompan más”, adujo Lanfranco. Es decir que se trata de un trastorno que podría generar una merma en el servicio si no hay una colaboración de la población. Por ahora habrá que prepararse porque de acuerdo a los pronósticos, el nivel del río estará así hasta el mes de septiembre.

#EstamosDeVuelta - Guillermo Lanfranco by Sí 989