Como no hay manera de esquivarle a la ola de calor de esta semana, salvo contar con la posibilidad de viajar a una villa exclusiva junto a un fiordo noruego, bien vale tener presentes algunos tips que no garantizan el frescor pero sí pasarla un poco menos calcinados por el solazo y el aire pastoso que deparan estos días. 

Y como el aire acondicionado ya no es un lujo pero tampoco es un bien del que puedan disfrutar todos, vale tener en cuenta estos consejos para mantener los ambientes frescos todo lo posible. Puede fallar (como la EPE).

Ventilar al amanecer y al anochecer: son los momentos del día cuando el aire está menos caliente. Entonces es la ocasión propicia para dejar que el calor acumulado salga del interior. Para eso hay que dejar que el aire circule abriendo puertas y ventanas, y si permiten la ventilación cruzada, mucho mejor. 

Cerrar las cortinas: cuando el sol ya levantó, es preferible mantener las ventanas y las cortinas cerradas, sobre todo aquellas en las que Febo le impacta de lleno. Así, el interior se conserva en penumbra y eso facilita un control natural de la temperatura. 

Apagar luces y artefactos eléctricos: generan calor al funcionar, por lo tanto es recomendable desenchufarlos cuando no sean utilizados. Si hay que usarlos, cerrar las habitaciones donde estén funcionando: ejemplo, el lugar donde se esté planchando. Y al horno, ni tocarlo hasta el invierno: consumir comidas frías.

Iluminar con LED: las lámparas tradicionales o incandescentes gastan 90% de su energía en el calor que desprenden. Así que, además de ser más baratas las cuentas por su bajo consumo energético, también son más frescas.

Usar ventilador: esto, claro, si el servicio eléctrico no estalla en el barrio. Es la alternativa ante la falta de aire acondicionado. Lo mejor es ubicarlo desde un punto oscuro y fresco. No se recomienda el uso directo contra el cuerpo. La OMS recomienda colgar toallas húmedas para que el agua ayude a amortiguar el aumento de la temperatura durante el día. Se pueden combinar estos tips y poner en alguna habitación toallas mojadas y desde ahí ubicar el ventilador. 

Cambiar sábanas , quitar alfombras, mantas y almohadones: se recomienda usar telas livianas y guardar todas aquellas de textura más peluda, porque acumulan calor. También es preciso vestir ropas suaves, ligeras y de colores claros.

Las plantas son amigas: absorben el calor y por lo tanto ayudan a que la temperatura ambiente disminuya. No olvides mantenerlas regadas. Las mejores para esta función térmica son el aloe vera, los helechos, el árbol de caucho, también enredaderas y buganvilias para el exterior.

Duchas frías: se recomienda tomar duchas frías durante los días de calor extremo, para bajar la temperatura corporal. Si la ducha no es posible, también sirve mojar las muñecas 10 segundos en agua helada, lo que producirá una sensación de frescor que perdurará durante aproximadamente una hora.

Baldear el piso con agua fría: Los pisos que son de madera o de loza suelen absorber muy bien el calor, por lo que es común que se calienten en verano. Es por eso que se recomienda limpiar los pisos con agua fría con el objetivo de enfriarlos y refrescar la casa en el proceso -una tarea tediosa pero que a la larga cumple el objetivo-.