Miguel Cappiello, ex ministro de Salud de la provincia, se expresó sobre la álgida situación que vive la ciudad de Rosario con su sistema de salud saturado y al borde del colapso. Además dio su parecer sobre las últimas restricciones anunciadas, que a su entender llegaron tarde.

Cappiello aseguró en un principio que esta situación se la venían planteando al gobernador Perotti en cada uno de los encuentros que mantuvo con los expertos, además que él mantiene una comunicación constante con la ministra de Salud Sonia Martorano, a quien le planteó que “la flexibilización que había y el hartazgo social generaron que tuviésemos estos aumentos de casos”.

El médico y ex funcionario socialista recordó que en la jornada del martes se registraron más de 900 casos en la ciudad de Rosario, después señaló que la alarma se encendió después que en unísono los directores de los nosocomios más importantes de la provincia de Santa Fe advirtieran que “no había más camas” disponibles, “además de la necesidad de estas no sólo para covid, sino para otras patologías” como accidentes de tránsito y problemas cardiovasculares.

En ese sentido y como consecuencia del alto acatamiento al aislamiento, que comenzó en marzo de 2020, las otras causales más comunes de internación, como son los siniestros viales o la violencia urbana, menguaron considerablemente, situación que esta vez no sucede. Por esa razón, aseguro Cappiello, que las medidas de restricción “tienden a disminuir la circulación no solamente de personas, también de vehículos para evitar estas cosas”.

“El virus no camina, caminamos nosotros y lo llevamos de un lado a otro”, ejemplificó y reiteró que las restricciones “las venían planteando y, aunque no gusten o se esté cansado va a haber que cumplirlas y fundamentalmente controlar mucho” para evitar la circulación, porque entonces “seguiremos viendo fiestas clandestinas, aglomeraciones de gente en parques”.

“Ahora habrá que controlar para que se cumpla y disminuir la circulación, y veamos si dentro de diez días la cantidad de casos nos permite un desahogo en las camas de terapia intensiva tanto del privado como del público”, enunció.  

De hecho, haciendo un llamado de alerta, reiteró que el sistema sanitario se encuentra al borde y colapsado con la suma que el personal está al límite de sus fuerzas y capacidades, pero “sigue poniendo el pecho a la situación”.

A la vez polemizó sobre algunas de las daciones del equipo de Salud de la provincia sosteniendo que “por más que se compren respiradores si no hay quien los sepa manejar no sirven de nada”.

Pacientes cada vez más jóvenes en las UTI

Otro tema al que Cappiello abrió su mirada fue al gran estallido de pacientes jóvenes en las terapias. Según el Ministerio de Salud de la nación, el 56,3 por ciento de los internados por coronavirus en terapia intensiva en hospitales nacionales de todo el país son menores de 60 años. De ese porcentaje, el 43,8 % corresponde a mayores de 60 años, el 44,8 % al grupo de entre 40 a 60 y el 11,5 % al grupo entre 15 y 40 años.

En ese sentido opinó: “Tiene que ver con la vacunación porque se empezó con los mayores de 60, pero también con las variantes que entraron que toman a más personas jóvenes. Esos pacientes ocupan mucho tiempo la cama con altos promedios de estadías, que a veces salen y otras no”.   

En relación a la problemática expuesta el galeno afirmó que de las personas que ingresan a la terapia, mientras más tiempo pasen intubados, “hay un momento en donde hay que sacar el tubo y practicar la traqueotomía” ya que el fin de tantos días intubado es la lesión del aparato respiratorio. “Todo eso genera más lesiones que hay que estar cuidando y es lo que estuvimos viendo últimamente en algunos casos que se prolongan en la internación”, observó al finalizar.

Aquí el audio de la nota. 

#EstamosDeVuelta | Miguel Ángel Cappiello by Sí 989