Como cada semana, llegan las pelis que renuevan las carteleras de los cines de la ciudad. Por lo general el espíritu es celebratorio. Pero este es un jueves raro. Ni hablar de dólar en este caso. Uno de esos jueves en los que la tristeza por las pelis que se van es más fuerte que la alegría por las que llegan. Es que, después de sólo una semana, bajan de cartel a Quién mató a los muppets. Sí, solo una semana pudo sostenerse. Como si se tratase de una película de Postiglione. Una comparación que solo resalta la injusticia a la que se ve sometida la industria cinematográfica. Al final, da lo mimos hacer pelis con muñecos, que ser un muñeco que hace pelis.