Las multipremiadas “The Marvelous Mrs. Maisel” y “Barry”, dos de las comedias más populares de los últimos años en la pantalla chica tanto para el público como para la crítica especializada, empiezan a decir adiós con el estreno de sus respectivas temporadas finales.

De estéticas, ritmos, tonos y temáticas muy diferentes, ambas series consiguieron erigirse en grandes representantes de la comedia de la era del “Peak TV”: narrativas más elaboradas, personajes complejos con dobleces dramáticos y presupuestos más abultados para dejar atrás los acartonados interiores de paredes huecas de la histórica sitcom, son algunas de sus señas distintivas.

Este viernes llegaron a la plataforma Prime Video los primeros tres episodios de la quinta temporada de “The Marvelous Mrs. Maisel”, la trama que sigue a un ama de casa de clase acomodada de Manhattan en los 50 y 60, que resigna su segura pero anodina vida para perseguir su anhelo de triunfar en el muy machista circuito de stand up neoyorquino.

La historia retoma horas después de los sucesos de la cuarta temporada, cuando pese a haber dado pasos gigantescos rumbo al éxito, Midge Maisel (Rachel Brosnahan) comprende que todavía tiene por delante grandes sacrificios.

A lo largo de las entregas precedentes tanto la Sra. Maisel como su representante, Susie Myerson (Alex Borstein), entendieron que si quieren hacerse un lugar en la industria tienen que hacerlo en sus propios términos.

Creada por Amy Sherman-Palladino, conocida anteriormente por “Gilmore Girls”, “The Marvelous Mrs. Maisel” trae nueve episodios finales -tres mañana y luego uno semanal- en los que vuelven sus vestuarios y decorados coloridos, largos planos secuencia de puntillosa planificación coreográfica y trepidantes diálogos de estilo vodevil de hasta cinco o seis interlocutores simultáneos.

El relato buscará dejar una conclusión satisfactoria no solo a la historia de Midge, que comienza la temporada enfocada en tener su monólogo en vivo en uno de los late night shows más grandes de la TV, sino a la de todo un coro de personajes femeninos que, cada una a su manera, intentan liberarse de lo que se espera de una mujer en su época para poder empezar a tomar sus propias decisiones.

Mejor comedia televisiva, mejor actriz para Brosnahan y mejores intérpretes secundarios para Bronstein y Tony Shalhoub son algunos de los galardones a los que se hizo acreedora la serie, que cuenta con 20 premios Emmy de la Academia de Televisión estadounidense y varios Critics’ Choice y Golden Globe, entre otros.

La cuarta y última temporada de “Barry”, por su parte, llegará con doble episodio el domingo tanto por la señal premium HBO como por la plataforma de streaming HBO Max. La comedia con tintes oscuros creada por Alec Berg y Bill Hader (que también encarna al antihéroe de la serie) tendrá ocho capítulos finales en los que el personaje del título debe enfrentarse de una vez por todas al daño que ocasionó a la gente que ama.

Lejos quedó el Barry Berkman de la primera entrega, un simpático y socialmente torpe exmilitar devenido en asesino por encargo que quería dejar la vida de violencia para convertirse en un aspirante a actor en Los Ángeles.

Un pasado traumático que lo llevó permanentemente a solucionar los conflictos por medio de la sangre, un jefe (el genial Stephen Root como Monroe Fuches) que no tomaba bien la idea de perder a su mejor “killer” y una andanada de mafias de todos los orígenes étnicos necesitando de sus servicios: todo conspiraba contra el deseo de Barry por ser una mejor persona y siempre acababa matando otra vez.

El comienzo de la cuarta temporada ha mudado definitivamente el clima de comedia absurda -que quedó reservado para personajes como el imprescindible alivio cómico que representa el frágil criminal checheno con alopecia Noho Hank (Anthony Carrigan)- por uno de tonalidad decididamente más amarga, en la que el protagonista lidia con problemas psiquiátricos y el rechazo de su exnovia, Sally (Sarah Goldberg), y su antiguo maestro de actuación, Gene Cousineau (Henry Winkler).

Barry está ahora en una cárcel de máxima seguridad y a punto de perder la cabeza, mientras que Cousineau es aclamado como un héroe por haber ayudado a su detención. Sin embargo, la trama ganadora de decenas de premios -entre ellos el Emmy para Hader y Winkler- todavía depara explosivas sorpresas.

(Télam)