Dos de las principales promesas de Mauricio Macri -bajar la inflación y disminuir los niveles de pobreza- están lejos de cumplirse tras dos años de mandato; a estas problemáticas se añaden la desigualdad creciente y el desplazamiento de la actividad productiva a la financiera.

Pobreza e inflación se encontraban en el tope del ranking de las promesas de campaña y prioridades definidas por Mauricio Macri. "Para salir de la pobreza necesitamos más trabajo y menos inflación", había anunciado el mandatario en su primera apertura de sesiones legislativas. Y nunca salió de esa lógica discursiva, incluso hasta el día de hoy.

Sin embargo, luego de dos años de gobierno, ninguna de las dos problemáticas muestra signos de mejora. Por un lado, la inflación acumula al menos un salto de 76% en dos años (con 41% en 2016 y 25% en 2017, lo que promedia un 32,3% anual, superiores al 21,5% anual promedio del gobierno de Cristina Kirchner utilizando como fuentes estimaciones privadas).

Lo mismo puede decirse de la pobreza, que durante la gestión de Cambiemos no sólo no bajó, sino que aumentó en un punto porcentual, según estimaciones realizadas por Zack, Favata y Schteaingart, quienes corrigieron los datos del INDEC (de 27,7% al cierre del periodo de CFK a 28,6% actual).

Es que todas las medidas adoptadas por el macrismo para contener la inflación apuntaron a contener ingresos (freno a aumentos de paritarias y de beneficios sociales) y a subir la tasa de interés con impacto negativo en la actividad económica, por lo que los indicadores sociales se deterioraron. Además, con la suba de tarifas y la fuerte devaluación al inicio de la gestión, la inflación pegó un salto abrupto en 2016, lo que hizo que vastos sectores caigan rápidamente a la pobreza.

No obstante, la suba de precios y la retracción de la actividad económica no afectaron a todos por igual. La novedad social del nuevo contexto económico es la desigualdad creciente. Los datos publicados por el INDEC oficial dan cuenta de que la brecha entre los que más y los que menos ingresos obtienen se amplió de 16,5 a 20 veces en los últimos dos años.

Y son las propias políticas del gobierno nacional las que han contribuido a que la distribución del ingreso sea menos equitativa.  El modelo escogido por Mauricio Macri derivó, por ejemplo, en quita de retenciones a sectores con elevados niveles de renta y en la generación de condiciones favorables a la especulación financiera. Más allá de las condiciones macroeconómicas, son las decisiones políticas de la alianza gobernante las que han determinado el rumbo, rumbo que no precisamente favorece a los sectores más vulnerables de la sociedad, los cuales se han constituido en los grandes perdedores del modelo de Cambiemos. Y lo más alarmante: este esquema avanza en su consolidación y agudización en estos días, con el paquete de reformas que el Presidente trata de imponer en el Parlamento.