El movimiento político está tan vertiginoso que por estas horas todo puede pasar. Este miércoles a la noche anunciamos en primicia el portazo del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y su renuncia a cualquier cargo electivo, luego de declinar su aspiración presidencial.

Hoy también sabemos que en sus andares triunfalistas por Buenos Aires Omar Perotti recibió ofertas para ocupar cargos ministeriales si es que Scioli llega a la Presidencia. Esto lo tiene preocupado al hombre santafesino, ya que después de su performance electoral estaría pensando en trabajar decididamente a futuro para ser gobernador y así recuperar la provincia de Santa Fe para el justicialismo.

Las elecciones del domingo dejaron en claro que la figura de Agustín Rossi, que dominó la escena del peronismo durante los últimos años en la provincia, ahora fue eclipsada por el resultado electoral que logró Omar Perotti, con más de 530.000 votos propios, un tercio del electorado.

Pero ahora la incógnita es el heredero. ¿Qué puesto ocupará Máximo en esta desenfrenada carrera de designaciones y desplantes? 

Con una jefa más fuerte que nunca en cualquier escenario, su figura ya no es tan necesaria por las zonas de las luces porteñas, lo que llevaría a Máximo a seguir los caminos emprendidos por el mismísimo Néstor. Su lugar sería la candidatura a la intendencia de Río Gallegos, reducto amado si los hay por los Kirchner. Eso sería sólo un sueño, sino un homenaje al mismísimo Néstor. Lo que determinaría el comienzo de una carrera similar a la emprendida por su padre allá en los ‘80.