La interpelación al ministro de Finanzas Luis Caputo y las conclusiones que el gobierno y el presidente Mauricio Macri sacaron de la misma, ponen al descubierto el nivel de blindaje interno que tiene la gestión de Cambiemos.

No sólo se trata de la cobertura mediática de la gran prensa, sino que también el propio presidente Macri inaugura postulados y paradigmas que en el mundo trazado por el oficialismo, están bien. Después de la poco convincente explicación del ministro en la bicameral del Congreso –incluido el ya famoso papelito dirigido a la diputada Gabriela Cerrutti- Macri felicitó a Caputo. “Muy bien Toto, derrumbaste la mentira del kirchnerismo sobre las off shore”, dicen que le dijo. Es claro que Macri, como a veces se dice en el fútbol, estaba viendo otro partido.

El jugador de Champion League, como denominó el jefe de gabinete Marcos Peña a Caputo, es evidente que tiene ese nivel sólo en el mundo de las finanzas. En las canchas de la política, apenas está para el Federal B, como dijo un diputado de la oposición.

Pero lo cierto es que lo que para una mayoría fue un papelón y una derrota política para el gobierno, el presidente lo interpreta como una victoria. Y si bien fuerza el relato, es real que hay espacio hoy en la Argentina como para que un presidente asegure que las off shore no son un delito y ni siquiera un asunto ético. Hay espacio hoy para que un ministro de Energía como Juan José Aranguren diga suelto de cuerpo que traerá su dinero desde el exterior cuando mejore la credibilidad en el país. Es el mismo funcionario que hizo operativa la decisión de quitarle los subsidios a la gente y generar el mayor tarifazo de la historia en materia energética.

La oposición parece ser fácilmente neutralizada cuando se la caracteriza como a los “revoltosos kirchneristas” y por eso los otros opositores tratan de despegarse de ese lote. También esto se vió en el desempeño de varios legisladores en la agitada sesión de la bicameral. 

Todos sabemos que un día en serio se va derrumbar la “mentira” de las off shore y nos parecerá una barbaridad que un presidente o un funcionario público de primer nivel tengan sociedades ocultas en el exterior para –mínimamente- evadir impuestos y ocultar dinero al fisco cuando son responsables de cobrarle los tributos todos los días a los esforzados trabajadores argentinos. Pero es claro que todavía falta para ese día.