Este parece ser la nueva consigna rectora del organismo de Seguridad Social que durante la etapa kirchnerista fue el mascarón de proa de las políticas de inclusión y hoy en la gestión macrista parece aborrecer a sus beneficiarios.

Cada unos de los derechos generados tras años de lucha hoy han sido o eliminados o reducidos drásticamente. Siempre bajo el recurso perverso de presentar a los mismos como mal habidos bajo la corruptela K o como un gasto que hay q achicar.

Conectar y Qunita

Comenzaron haciendo desaparecer los programas Conectar Igualdad y Qunita. El primero, modelo en el mundo que distribuyó 5 millones de computadoras a estudiantes secundarios y terciarios y docentes, era un gasto innecesario y el segundo era un símbolo del kirchnerismo que había que borrar del mapa quemando los kit para bebés de las madres humildes que habían cobrado la asignación por embarazo.

Esto no pasó por las denuncias públicas que generó está posibilidad, pero lo  real es que un millón de equipos no se distribuyeron nunca. Solo por odio, el mismo odio que hizo arder en la Fusiladora sábanas, frazadas, muebles, aparatos de rayos e innumerables elementos que tenían el logo de la Fundación Eva Perón.

Progresar

También hay prestaciones que si bien no desaparecieron se redujeron drásticamente. Tal el caso del Progresar, beca para estudiantes de 18 a 24 años que cursen cualquier nivel educativo. Aparte de que el monto cobrado se congeló por casi tres años, se redujo el número de alumnos que lo cobran a la tercera parte al limitar el tiempo de inscripción solo al mes de marzo de cada año y transformando un derecho de alcance universal en un formato meritocrático por el cual cobra más el que estudia carreras universitarias y mejor calificación tiene, y exigiendo metas más estrictas en cuanto a la cantidad de materias aprobadas para seguir cobrando el beneficio.

Jubilados

Otro tanto pasó con la reforma jubilatoria. La que modificó la fórmula de cálculo para los futuros aumentos haciendo perder al sector pasivo, desde su implementación, el 20 % del poder adquisitivo. Lo mismo hizo con la reparación histórica, proclamada como justicia para con los jubilados y que en realidad ofreció a la mayoría de los mismos aumentos insignificantes a cambio de renunciar al derecho de accionar judicialmente y al cobro de retroactivos. Y por último la creación de la Pensión Universal de Adulto Mayor, que no es otra cosa que la vieja pensión no contributiva a la vejez que reemplaza las moratorias generadas por Néstor y Cristina e instituye un beneficio que aparte de tener un valor equivalente al 80% de una jubilación mínima es intransferible al cónyuge cuando el titular fallece.

Podemos hablar de las pensiones no contributivas por incapacidad y de madre de 7 hijos que pasaron de Desarrollo Social a la órbita del Anses pero que obtenerla parece una misión imposible  a tal punto que hay miles y miles de ciudadanos y ciudadanas que hace un par de años están con el trámite iniciado y que no ha sido trabajado por ningún operador del organismo dejando clara la decisión política de no liquidar  el mismo.

Y cuando parecía que la cercanía de la campaña electoral, aunque sea por demagogia, iba a hacer que mejore algo, nos equivocamos. Desde hace algunos meses se vienen dando de baja a asignaciones por cónyuge a jubilados, haber miserable de $490 pero sumado por miles hacen un ahorro importante para Anses. Pareciera que la táctica es “si pasa pasa” y que cuando alguien repara que no cobra el beneficio se lo obliga a sacar un turno, que es como para cualquier trámite una aventura inalcanzable, e ir al Registro Civil a buscar una partida de matrimonio actualizada.

También tenemos el muy promocionado paquete de créditos a jubilados, pensionados, asignaciones universales y salarios, éstos dos últimos casos cercano a lo ilegal ya que las asignaciones serían inembargables, que el marketing cambiemita vende como una panacea pero que cobra intereses que duplican anualmente a los aumentos de dichas prestaciones y que ante la malaria económica endeuda en forma casi compulsiva a millones de ciudadanos prestándole a tasas mayores al 50% su propio dinero. Lejos quedaron los tiempos en donde el dinero del Fondo de Garantía y Sustentabilidad se usaba para políticas anticíclicas, como el conocido crédito a la General Motors, que en plena crisis del 2008 no solo hizo que la multinacional se quedara en Argentina sino además se generaran alrededor de 2000 puestos de trabajo entre directos e indirectos y q el organismo previsional aumentara su patrimonio en millones de pesos. Hoy vemos que dicha herramienta se ha convertido en una financiera que presta a tasas casi usuarias dinero para que nuestros abuelos y madres puedan pagar servicios o remedios que se han transformado en lujos.

Y para rematar la seguidilla de malas noticias esté mes  millones de hombres y mujeres que cobran asignaciones universales, salarios y discapacidades se sorprendieron cuando no encontraron dinero en sus cuentas.  Se cambia el sistema unificando todos los beneficios con el nombre de Cuna (Cobertura Universal de Niñez y Adolescencia) y lo que venía a mejorar el sistema lo complicó a tal Punto de que muchísimos beneficios se suspendieron o denegaron sin causa razonable generando zozobra, angustia y un gran caos en las oficinas de Anses tanto para quienes vienen a ver por qué pasó con su plata cómo para los empleados que no tienen respuestas certeras de las autoridades.

Anses pasó a ser de una herramienta de inclusión y generación de Derechos a un suplicio para nuestro pueblo.

 

(*) Secretario de Acción Social PJ Rosario

Responsable Comisión de Inclusión y Promoción de Derechos, Casa Patria Rosario