Las autoridades del Sanatorio Nuevos Ayres, de Pellegrini al 1300, alertaron este viernes que peligra el empleo de 160 personas que trabajan allí, como consecuencia de la decisión del Pami de eliminarlo de su cartilla de prestadores como sanción por no prestar asistencia médica a un afiliado que murió sin haber sido atendido. Según Antonio Bernabá, administrador de ese efector, la sanción impuesta por la obra social de jubilados esconde la decisión de favorecer al Hospital Italiano, recientemente reactivado.  "Es una medida de corte político que apunta a transferir las cápitas al Hospital Italiano", dijo. Es que lo que le quitan a este sanatorio fue asignado de manera provisoria al hospital de Virasoro al 1300, donde acaba de asumir una nueva firma gerenciadora. "El oferente del Italiano pidió que le dieran esas cápitas", aseguró Bernabá en una rueda de prensa celebrada este viernes por la mañana, en el edificio de avenida Pellegrini.

El cirujano Roberto Serra explicó a Sí 98.9 que se decidió llevar el tema a la Justicia y presentar un recurso de amparo para evitar esa drástica sanción, que representa la caída del 80 por ciento de la facturación de ese centro médico. Hasta entonces, el sanatorio realizaba unas 12 mil consultas y prácticas por mes sobre afiliados a la obra social de los jubilados.

La directora local del Pami, Milva Sánchez, tomó esa decisión a partir de que un paciente falleció hace unos meses luego de esperar durante 25 días una solución, ya que según el sanatorio, debían trasladarlo a otro nosocomio porque allí no podían tratarlo.

La dirección del Pami consideró una falta de máxima gravedad por parte del sanatorio y le quitó la prestación de sus afiliados, pero Serra aseguró: “Tenemos registrado en los teléfonos que hemos hablado con los auditores, y Pami trató de arreglar este problema y no conseguía lugar para trasladarlo, pero lamentablemente el paciente falleció”.