Van cinco días del último mes del verano, y no hay indicios de que el calor vaya a aflojar.

Este domingo el termómetro picará hasta los 36°C, hervido todo el mundo a baño maría por imperio de un pegajoso vientito del norte. 

Correrán algunas nubes que por la tarde ocultarán un poco el mormazo, pero que nadie se ilusione con que alguien apague el horno. ¿Y probabilidades de lluvia? Cero.

Más vale que el lector o lectora aproveche pileta, río o fuentón con agua en el balcón o patio, porque la semana será brava. Se anuncian jornadas de temperaturas máximas entre los 34 y 37°C. 

El viento norte recién rotará y soplará desde el sur el viernes, y quizás allí sí haya un cierto descenso de temperatura.