Corre el reloj. A fines de este mes se cumple el plazo dictado por la jueza en lo Civil y Comercial de San Lorenzo Gladys López de Pereyra para que Celulosa presente un certificado de aptitud ambiental para evitar la posibilidad de un cierre o posibles sanciones. La decisión judicial responde a un pedido de vecinos de la zona, movida que ya lleva diez años.

La Secretaría de Medio Ambiente de la provincia se encuentra efectuando auditorías contrarreloj en las instalaciones para emitir el certificado que la empresa necesita. El secretario de esa cartera, César Mackler, aclaró a Rosarioplus.com que “la industria cumple con la normativa de medio ambiente de la provincia” y que “no tendremos problemas en testificar que se encuentran bajo la norma”, pero a la vez aclaró que “el pedido, que es una cuestión judicial, nos excede”.

Sobre los estudios que vienen realizando, Macker planteó: “Confío en que llegaremos a tiempo, porque sólo faltan algunas mediciones de aire adicionales que viene auditando especialistas de la UTN, y que se iban a resolver hoy o mañana”.

Pero hay otro pedido, más allá del certificado. La jueza López de Pereyra exigió a la empresa que cesen las emisiones de TRS. Macker explicó “son los sulfuros reducidos que generan ese olor nauseabundo tan conocido”, y consideró que esto “es imposible de cumplir, porque son inherentes a las pasteras”. Por lo que una vez entregado el certificado, quedará en manos de la jueza en lo Civil y Comercial la decisión de cómo sigue todo.

El funcionario aseguró que “Celulosa Argentina es permanentemente monitoreada por la Secretaría” y que “lleva invertidos alrededor de 100 millones de dólares en la calidad del aire”.

Por su parte, el secretario general del Sindicato Químico Papelero, Daniel Canoniga, explicó en una conferencia realizada este martes: “Esperamos que todo termine armoniosamente. El cierre de una empresa no le conviene a nadie, mas allá de que sea importante el medio ambiente”.

Agregó: “Queremos decirles a los trabajadores que se va a hacer todo lo posible para que esto tenga un final feliz. Si después de diez años hay un fallo de una jueza veremos por qué celulosa debe presentar el certificado”.

La planta industrial de Celulosa Argentina se radicó en Capitán Bermúdez hace 80 años. De hecho, se construyeron barrios alrededor y la ciudad y alrededores nutren su economía y puestos de trabajo de ésta entre otras plantas nacionales.