Se va el 2024, y su salida es triunfal al menos en lo climático: con toda la intensidad de un calor estival propio del verano rosarino. 

Aunque el cielo alternará la luminosidad del sol con un paisaje nuboso, la temperatura arranca elevada desde el amanecer, desde 22°C de mínima hasta los 32°C de máxima, y un aire húmedo sostenido por el viento norte. 

Cambió, eso sí, el pronóstico de lluvia. Iba a promediar este martes, pero el último reporte del SMN corrió esa probabilidad para la tarde del miércoles, la primera de 2025. Y con un cierto descenso de temperatura, hasta 28°C. 

La pregunta del millón: ¿mesa afuera o no para recibir el Año Nuevo? El que no arriesga, no gana.