Lejos del clima electoral que se palpa en apasionadas discusiones en la calle y las redes sociales, lejos de reuniones de comités, análisis de presupuestos y elaboración de propuestas. Lejos de todo, el candidato presidencial de Cambiemos Mauricio Macrio optó por irse unos días al sur.

Sí, el jefe de Gobierno porteño, quien quedó segundo en los comicios de este domingo y peleará en el ballotage contra el gobernador bonaerense Daniel Scioli, se armó unas minivacaciones para “reponer energías”. Se fue a Neuquén en familia, junto a su esposa Juliana Awada y su hija Antonia. La idea sería renovarse de cara a la segunda ronda del 22 de noviembre.

Por el contrario, Scioli sigue trabajando y en campaña. No hay viajes de relax en la apretada agenda del candidato oficialista, quien resultó el más votado en primera vuelta: trabaja como todos los días y hace ronda en los medios de prensa. 

No es la primera vez que Macri va Villa La Angostura, espacio al que considera “su lugar en el mundo”. Cada vez que va, se aloja en la casa de un amigo, empresario local, un espacio muy exclusivo. ¿Su rutina? Los que saben dicen que hace largas caminatas a orillas del lago Nahuel Huapi y cena en un restó con dueño famoso: Martín Zorreguieta, hermano de Máxima, de Holanda. 

Pero la amistad de Macri con políticos locales no les aseguró buenos resultados. A principios de este año, el líder del PRO apoyó la campaña del intendente de Neuquén Capital, Horacio Pechi Quiroga, quien aspiraba a la gobernación. Pero salió tercero.