La Confederación General del Trabajo (CGT) decidió este martes convocar a un paro general de 24 horas y sin movilización para el próximo 29 de mayo en rechazo a la política económica que lleva adelante el Gobierno nacional.

"Esto es, ni más ni menos, que en reclamo de que se modifique esta aceleración de la decadencia de la economía de nuestros compañeros y hogares para encontrar ese punto de reactivación y esa mirada de desarrollo de un país que tenga inclusión para todos los habitantes", expresó a la prensa Héctor Daer, secretario general del gremio.

Y agregó: "Al FMI, los compañeros que concurrieron a la reunión le plantearon que es insostenible este nivel de endeudamiento, nivel inflacionario, de ajuste permanente que se está teniendo y que no tiene horizontes de crecimiento y de devolverle a la actividad económica condiciones que generen la dignidad de los trabajadores".

Por otro lado, crítico que el Gobierno esté imponiendo tasas de interés "del 70 y 80 %, que a las pymes llegan al 100 %" para intentar controlar el dólar. "Esto mata la producción, el consumo y toda la actividad económica", subrayó, para augurar que lo único que se tendrá es "más compañeros fuera de la actividad productiva y fuera de la dignidad que genera el propio trabajo".

Carlos Acuña, el otro secretario general de la CGT, aclaró junto a Daer que la decisión tomada es en "solidaridad" con lo que está sucediendo en el país. "Para nosotros primero está la patria, en este momento no hay sector que se salve de tener problemas", sentenció

Asimismo, se refirió a la división que actualmente existe en el abanico sindical. "No tienen nada que ver la división que puede haber en el movimiento obrero (la convocatoria al paro), tiene que ver exclusivamente con lo que nos pasa a todos los argentinos", agregó Acuña.

Se trata del quinto paro general que impulsa la CGT desde la llegada de Macri a la Casa Rosada. El último fue en septiembre de 2018, cuando sus líderes advirtieron al Ejecutivo que si no cambiaba el rumbo económico, no habría "tregua" por parte del sindicalismo. Más cercano en el tiempo está el impulsado por las dos facciones de la CTA, el pasado 30 de abril. 

(EFE)