El detrimento del barril de crudo, parece que impactará en los surtidores argentinos. Por eso el gobierno nacional, a través del Ministro de Economía, Axel Kicillof analiza un paquete de medidas que permita bajar el precio de los combustibles sin afectar la rentabilidad de las empresas.

En primera instancia, sería YPF quien comience con los recortes, debido a su peso en el mercado y su condición de estatal, y de esta forma seguirían sus pasos el resto de las petroleras. Según publicó La Nación, el accionar del Ministerio de Economía podría disminuir el precio entre un 5 y un 7 por ciento.

El proyecto en estudio considera una reducción de la carga impositiva que aplica la Nación sobre los refinados. Por ejemplo, la eliminación de las retenciones a la exportación de determinados tipos de petróleo y derivados, cuando el crudo esté por debajo de cierto precio. La intención es que el menor precio no afecte la generación de caja de las petroleras, en especial la de YPF.

Kicillof estaría dispuesto a disminuir el impuesto a la transferencia de combustibles. Todos estas reducciones impositivas, ayudarían a no trasladar, incluso a bajar el precio al consumidor final de combustibles.

 

El descenso de las pizarras no ocurre desde enero de 2008, cuando los valores retrocedieron un 17 por ciento. En auqella oportunidad no fue el contexto internacional el detonante, sino el expresidente Néstor Kirchner para que las compañías retrotraigan los precios al mes de octubre anterior, bajo amenaza de no permitirles exportar el remanente del consumo interno.

Pero el gobierno está en una disyuntiva: si baja los combustibles tendrá rédito político, pero será mala señal para los inversores de petróleo, ya que reduciría su espectro de ganancias.

¿Por qué baja el precio del petróleo?

La fuerte baja del precio del petróleo se debe a la persistente situación de exceso de oferta frente a un descenso de la demanda en el mercado. Y mucho tiene que ver la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que sigue rechazando recortar su nivel de producción para no perder su cuota de mercado frente a Estados Unidos.