Al final, el caso le pasó factura. Moria Casán quedó detenida esta mañana a las 6 en Paraguay, donde acudió a fin de que se resuelva su situación en relación con la acusación por robo que la persigue desde 2012.

El conflicto judicial que enfrenta Casán comenzó cuando el joyero Armando Benítez la acusó de sustraerle joyas valuadas en 80 mil dólares, en un evento en el que ella participó hace tres años. Si bien hubo un acuerdo privado, el pedido de extradición todavía pesaba sobre ella, por lo que fue esposada apenas pisó suelo paraguayo.

“Sé mi verdad, sé mi inocencia. Aquí estoy, señores, para cumplir con la ley, y estoy acá para afrontar las consecuencias”, declaró la vedette en una charla informal con los medios del país vecino. Moria fue trasladada a Investigación de Delitos, donde la jueza Dina Marchuk deberá resolver su situación.