La gran congoja popular que produjo la muerte de Eva Perón convirtió su sepelio en uno de los hechos de masas mas importantes de la historia argentina y hoy, al cumplirse 67 años de aquel acontecimiento, la llamada "abanderada de los humildes" es reconocida como un símbolo de los derechos sociales.

"Los derechos políticos de las mujeres, la creación del Partido Peronista Femenino, la fundación de ayuda social, los estrechos vínculos con los sindicatos y una intransigente defensa de Perón frente a “oligarcas”, “cipayos” y el “imperialismo”, marcaron los más de seis años que la tuvieron en la primera escena nacional", reza un fragmento del libro de Felipe Pigna, Evita. Jirones de su vida.

Asimismo, el reconocido historiador menciona más adelante: "Evita falleció por un cáncer de cuello uterino, el 26 de julio de 1952. Con tan sólo 33 años, se había convertido en la mujer más influyente del país. Su cuerpo, llorado durante días por una multitud, también fue robado, ultrajado y ocultado, durante casi dos décadas".

Tras la muerte de Evita, se declaró duelo nacional y luto durante treinta días. Además, se estableció que la bandera nacional permaneciera a media asta durante diez días y que en todos los templos se rezara por su alma.

Sus restos permanecieron en el Ministerio de Trabajo hasta el sábado 9 de agosto, cuando fueron trasladados al Congreso de la Nación para ser velada. Miles de personas esperaron bajo la lluvia durante días para poder darle su último adiós y las colas eran interminables.