La Asamblea General de la ONU demandó al Reino Unido que se retire en un plazo de seis meses del archipiélago de Chagos, situado en el océano Índico y sede de una importante base militar alquilada por Londres a Estados Unidos.

La decisión, no vinculante, fue aprobada con 116 votos a favor, 6 en contra y 56 abstenciones, una clara derrota para los gobiernos británico y estadounidense, que habían hecho campaña contra el texto.

La resolución de la Asamblea General respalda una opinión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que el pasado febrero determinó que el proceso de descolonización de Chagos no se completó de acuerdo al derecho internacional y que, por tanto, el archipiélago forma parte integrante de Mauricio.

La nación del Índico, que se independizó del Reino Unido en 1968, reclama esas islas al considerar que Londres las separó de su territorio de forma ilegal tres años antes de la independencia.

El primer ministro de Mauricio, Pravind Kumar Jugnauth, recordó ante la Asamblea General que el acuerdo por el que su país supuestamente cedió ese territorio fue suscrito por individuos que no representaban realmente a la población y que estaban bajo control británico. En tanto,  subrayó que su país está dispuesto a llegar a un acuerdo para mantener la base operativa a largo plazo.

Del otro lado, la embajadora británica ante la ONU, Karen Pierce, dejó claro que su país va a continuar en la zona y reiteró su tradicional postura, que señala que Chagos lleva bajo soberanía británica desde 1814 y nunca fue parte de Mauricio.

En el acuerdo de 1965, Londres se comprometía a "ceder" a Mauricio el archipiélago cuando no fuese necesario para "fines de defensa". Según Pierce, esa situación no se dio, ya que la base conjunta que el Reino Unido y Estados Unidos mantienen en Diego García, la principal isla de Chagos, es "vital para combatir conflictos, terrorismo, drogas, crimen y piratería". 

La instalación militar es una de las principales de Estados Unidos en el Índico y tiene capacidad para buques, submarinos y bombarderos, los cuales se utilizaron tanto en la invasión de Afganistán, en 2001, como en la de Irak en 2003, para lanzar ataques aéreos.

El Reino Unido advirtió además de que la resolución de la Asamblea General puede crear un peligroso precedente, ya que la de Chagos es a su juicio una disputa "bilateral" en la que no debería entrar la CIJ sin el acuerdo de las dos partes.

Consultada por las posibles implicaciones de esta decisión para Gibraltar y las Malvinas, Pierce dijo no esperar ningún cambio de postura por parte de España y Argentina, dos países con los que, recordó, Londres mantiene buenas relaciones. 

Tanto la delegación española como la argentina votaron a favor de exigir a Londres su retirada de Chagos. Numerosos países europeos como Francia, Alemania o Italia optaron por abstenerse, mientras que únicamente Australia, Hungría, Israel y Maldivas votaron "no" junto a EE.UU. y el Reino Unido. 

(EFE)