El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reconoció este lunes la independencia de dos provincias separatistas y rusoparlantes del este de Ucrania y allanó el camino para desplegar en ellas tropas rusas que las protejan del Ejército ucraniano, una decisión que eleva aún más altísimas tensiones con Occidente.

El anuncio llegó en momentos en que Estados Unidos afirma que Rusia planea invadir Ucrania, y abre la puerta a Moscú para enviar soldados y armas abiertamente a las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk para ayudar a las fuerzas locales, que dicen estar bajo asedio del Ejército ucraniano.

Estados Unidos anunció casi de inmediato sanciones contra las entidades reconocidas por Rusia, llamadas República Popular de Dontesk (RPD) y República Popular de Lugansk (RPL), consistentes en una prohibición de inversiones, comercio y financiamiento por parte de ciudadanos estadounidenses.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, su par de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller federal de Alemania, Olaf Scholz, acordaron que la decisión de Rusia "no quedará sin respuesta", dijo el Gobierno alemán luego de una conversación telefónica entre los tres líderes.

El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó el reconocimiento de "contrario al derecho internacional". Putin justificó su decisión con un extenso discurso en el que acusó de la crisis a la OTAN y calificó a la alianza, que está liderada por Estados Unidos, de amenaza existencial para Rusia.