La situación en el refugio Muncie Animal Care and Services, ubicado Indiana, EE.UU, era bastante crítica. La organización  tenía alrededor de 350 gatos bajo su cuidado. Las distintas fuerzas públicas de la ciudad se aliaron para buscar la manera de descomprimir la presión que había en el refugio, y junto al Departamento de Policía, lograron una solución muy útil en la que todos salieron ganando.

Muy simple: como no todos tienen el dinero suficiente en efectivo para pagar la multa en el acto, si alguno de los habitantes cometía una infracción de tránsito, éste tenía la opción de pagar la multa correspondiente donando alimentos, mantas, camas o adoptanto a alguno de los gatos del refugio de animales. 

Aunque la campaña ya terminó, la iniciativa tuvo tan buen recibimiento que ha hecho que los gatos de Muncie tengan una vida más cómoda y que la comunidad de Indiana pida que se repita lo antes posible esta original movida.