Este sábado el Tottenham de Mauricio Pochettino le gano el clásico del norte de Londres al Arsenal por 1-0. No alcanza para que el equipo del ex defensor de Newell’s le de pelea al dominador Manchester City de Pep Guardiola, ni garantiza ninguna clasificación a las grandes copas europeas. La alegría que el triunfo de hoy trae a sus hinchas es derrotar al clásico y la sensación de estar dejando atrás la festividad más original de los hinchas del club rival. Quizás la fiesta más curiosa del fútbol mundial: el St. Totteringham's Day.

Los fanas del Arsenal, conocidos como Gunners, tras sus mejores años tomaron como costumbre celebrar el día de la temporada en que matemáticamente son mejores que su eterno rival.

¿Se puede festejar ser mejor que el eterno rival sin el mejor de todos? Sí. Al que le toca la peor parte se encarga de bajar el precio: “Siempre están pensando en nosotros, eso es de equipo chico”, es el mecanismo de defensa del derrotado. El hincha no sólo admira la identidad de su club, también aborrece la del vecino. Mira la tabla de posiciones y mide la distancia positiva o negativa respecto de su archienemigo. Pero no lo exterioriza.

Salvo en caso de los hinchas del Arsenal de Inglaterra. El club inglés se mudó, a principios del siglo XX, al norte de Londres. Allí ya estaba el Tottenham, que los miró con desprecio de entrada. Rojos contra azules, cañones contra gallos, los foráneos contra los originales. Arsenal contra Tottenham. Desde los comienzos de la liga el Arsenal siempre se llevó la mejor parte. Todavía hoy –a pesar de los últimos años de vacas flacas- es uno de los más ganadores.


Durante la última década del siglo pasado, el Arsenal dominó la escena londinense y fue el único capaz de disputar trofeos al monopólico Manchester United de Sir Alex Ferguson. Con el cambio de siglo la tendencia se consolidó y sus hinchas, no faltos de festejos, decidieron sumar uno más. Aquel día en el que el Tottenham no tuviese más chances matemáticas de superar a los rojos se festejaría el St. Totteringham's Day. La fecha es móvil, la definía el mismo Totteham. El nombre sale de la cruza del nombre del club rival y la palabra Tottering, que significa algo así como ‘tambalearse’.

Desde su instauración en el año 2002, los hinchas Gunners pudieron festejar cada año. El Tottenham, de desnutrida vitrina con copas, tampoco podía dominar a su rival en la temporada. Como sucedía antes, el Arsenal terminó todos los torneos por encima del Tottenham, y los hinchas no escondían su alegría.

Pero en los últimos años, la cosa se complicó. El 2016 tuvo al St. Totteringham's Day más tardío. Llegó en la última fecha. Una combinación de resultados positivas para el Arsenal los dejó segundos relegando a los de Pochettino.

Pero fue el mismo argentino el que pudo quebrar la racha. El Tottenham fue el único que pudo seguirle el tranco buena parte del torneo al Chelsea. Con el amargo sabor de no poder levantar el trofeo de primera división (algo que se les hace esquivo desde 1961), los originales del norte de Londres pudieron evitar por primera vez en 15 años el avergonzante júbilo habitual de los ‘rojos’.

Hoy, el Tottenham estiró la diferencia positiva en relación al Arsenal a siete puntos con 30 por jugarse. ¿Podrá Pochettino hacer olvidar el St. Totteringham's Day?