Netflix y Warner Bros. llegaron a un acuerdo extrajudicial con las autoridades de un grupo satánico que había denunciado que los gigantes del entretenimiento plagiaron una estatua suya, para la serie “El mundo oculto de Sabrina”, que estrenó a fines de octubre pasado en Argentina.

Según informaron medios especializados estadounidenses, tanto Netflix -en cuya plataforma está ya disponible la serie de la bruja adolescente protagonizada por Kiernan Shipka- como Warner Bros. -responsable de la producción de la ficción- acordaron con El Templo Satánico para evitar el juicio.

Los satánicos habían presentado una demanda a comienzos de noviembre en un juzgado neoyorquino por hasta 150 millones de dólares por los delitos de infracción de copyright, violación de marca registrada y perjuicio económico.

Si bien no trascendió la cifra que Netflix y Warner se comprometieron a abonar, el sitio web Business Insider afirmó que la organización aparentemente consiguió que “los elementos identificativos de la estatua de Baphomet” sean reconocidos en los créditos de la serie.

La estatua en cuestión, un demonio representado como un macho cabrío con forma antropomórfica, había sido oportunamente registrada por El Templo Satánico.