Muchas cosas insólitas ocurren en el marco de los Juegos Olímpicos. La mayoría involucra a atletas accidentados, hinchas alcoholizados o similares. Bloopers, en fin. Pero nadie podía haber anticipado lo que pasó el primer martes de competencia: una de las piletas del estadio de natación amaneció verde. Y nadie sabía por qué.

Mientras el Comité Organizador buscaba y no encontraba explicaciones, los clavadistas (la pileta en cuestión era en la que se desarrollaba la competencia de clavados) decidieron competir igual porque comprobaron que, más allá del color, no había nada raro en el agua. Las imágenes de los atletas saltando al líquido verde fueron portada en todo el mundo. Y un vocero de la organización improvisó una explicación poco creíble que involucraba una combinación de algas, sol y viento.

Pero la verdadera explicación llegó recién ahora. O eso dicen. Mientras que los primeros testeos químicos a la composición del agua verde habían dado normal, los más recientes detectaron al posible culpable: peróxido de hidrógeno. ¿Lo qué? Agua oxigenada, básicamente. Parece que alguien, "por accidente", tiró 160 litros de agua oxigenada en la pileta. ¿Por qué? Porque se usa para limpiar piletas y controlar su composición. Pero cuando se mezcla con cloro... pueden pasar cosas como que el agua se tiña de verde.

Como en esa pileta se tenía que desarrollar la competencia de nado sincronizada, había que aclarar el agua sí o sí porque, obviamente, en esa disciplina es importante ver perfectamente los movimientos y demás. Entonces, al darse cuenta de que no llegaban a limpiarla, los organizadores decidieron vaciar y volver a llenar la pileta entera, usando unos cuatro millones de litros de agua. Un vocero aseguró que se sentían "avergonzados" por lo ocurrido. Y sí, pero al menos, dieron una de las perlitas más interesantes de los Juegos.