El próximo domingo se realizará una nueva edición del Super Bowl. En esta ocasión se cruzarán los New England Patriots, campeones defensores, y Philadelphia Eagles. La final de la NFL es un evento que paraliza a Estados Unidos y que mueve montañas de dinero en apuestas.

Según la Asociación Estadounidense de Juegos de Azar (AGA), alrededor de 4.800 millones de dólares se moverán en torno a las apuestas. Sin embargo, solo el 3% serán realizadas de manera legal, según estima la asociación de defensa de los casinos y cita la agencia Bloomberg.

En la previa, los Patriots están por encima de los Eagles en las apuestas. En Las Vegas, los últimos campeones son favoritos por 5.5 y hasta 6 puntos por encima de los de Philadelphia, a pesar de que ambos equipos perdieron sólo tres veces en la temporada. 

Sin embargo, además de arriesgar al ganador, también se puede apostar sobre la cantidad de publicaciones en Twitter que hará el presidente Donald Trump durante el juego. Es conocida la simpatía del mandatario por los Patriots y por eso se espera por sus comentarios, que en los sitios indican que serán entre tres y cuatro.

A su vez, también se puede vaticinar si la cantante Pink tardará más o menos de dos minutos en entonar el himno estadounidense. Incluso se puede apostar el color de cabello que tendrá y si se olvidará alguna parte de la letra.

Por otra parte aparece en varias apuestas Justin Timberlake , encargado del show en el entretiempo. De qué color serán sus zapatos, si usará un sombrero, si lo acompañarán alguno de sus ex compañeros de NSYNC o si homenajeará a algún cantante fallecido, son algunas de las opciones para apostar. 

La cita será el domingo 4 de febrero las 20.30 de la Argentina, en el U.S. Bank Stadium en la ciudad de Minneapolis, Minnesota, al norte de Estados Unidos.