El profesor Bobby Silby fue detenido por agentes de la policía china en el aeropuerto de Beijing cuando se disponía a volver a su casa en Reino Unido. El hombre fue encarcelado en una atestada celda de una prisión china por haber criticado al país en redes sociales.

Y en el país más poblado y contaminado del mundo pasó diez días, aislado del exterior, comiendo col hervida y expuesto a una programación televisiva compuesta por documentales de propaganda comunista y películas de Nicolas Cage.

El hombre explicó que fue arrojado a una celda de 36 metros cuadrados con otros 16 detenidos y le hicieron ver la filmografía completa del actor estadounidense. “No había camas, sólo un estante junto a una pared, un aseo, en el que había que ponerse en cuclillas y una cabina de ducha básica en un extremo. Nos daban tres comidas al día, col hervida normalmente, y nos permitían dar un paseo en un patio exterior cada cada tres o cuatro días“, detalló.

“Cada mañana nos obligaban a ver películas sobre la gran y armoniosa sociedad que el Partido Comunista había creado en China. Por las tardes proyectaban películas malísimas, generalmente con Nicolas Cage en ellas. Era muy raro”, agregó.