Después de casi cien años de exclusión, el rugby volvió a ser deporte olímpico en formato seven. Los Pumas, una de las selecciones tradicionales a nivel mundial con quince, demostraron también ser sólidos en su versión de siete y estrenaron su participación en los Juegos con un triunfo heroico frente a USA. El rosarino Juan Imhoff fue una pieza clave y se afianza en su rol dentro del equipo.


Los partidos de seven son mucho más cortos que los que se acostumbran a ver: apenas dos tiempos de siete minutos. Cuando quedaban unos cuatro minutos para el final del partido, Los Pumas ganaban por un cómodo 12-0. Sin embargo, en poco tiempo, y algunos fallos polémicos del árbitro mediante, los estadounidenses se pusieron arriba por 14-12.

Pero nada estaba perdido. La última posesión del partido fue para Argentina y, tras una mala salida de Estados Unidos, Los Pumas lograron capitalizar los últimos segundos de juego de la mejor manera: con un try después de la chicharra, que les dio instantáneamente la victoria por 17-14. Es que en rugby, se continúa jugando luego de que el reloj llega a cero, hasta que se corte la jugada. 

Un rato antes, en el Grupo C, ocurrió lo impensable: los All Blacks, históricos líderes del deporte, cayeron frente a Japón por 14-12.  

Segundo turno

Cuando caía la tarde en Río, Los Pumas volvieron al terreno de juego para enfrentar a la poderosa seleción de Fiji. Esta vez, Argentina no tuvo tanta suerte aunque presentó batalla.

El seleccionado perdió 21 a 14 contra el máximo favorito a la medalla dorada en los Juegos de Río 2016 y el miércoles, a las 13, definirán su pase a cuartos de final ante Brasil, sin chances, ya que perdió los dos partidos que jugó.