La 44ta. edición de la Copa América se puso en marcha este jueves en el estadio Nacional de Santiago, donde el anfitrión Chile se alzó con una desteñida victoria por 2 a 0 sobre Ecuador, en el que fue además el cotejo inaugural para el grupo A.

Chile arrancó muy metido, de mayor a menor, mientras que Ecuador se acomodó con el paso de los minutos, cuando el local se quedó sin espacios. Hasta los 37 se jugó a ritmo cortado, sin profundidad, y Ecuador se animó un poco con Jefferson Montero pero sin potencia arriba, ante un Chile superior al que le faltó el toque final.

Dentro de ese panorama las opciones más claras fueron para los dueños de casa, que al minuto ya habían arrimado peligro para la valla defendida por Alexander Domínguez cuando una jugada que inició Jorge Valdivia habilitando entre los centrales a Alexis Sánchez, terminó en un remate de éste apenas desviado junto al palo derecho de Domínguez.

Y apenas dos minutos más tarde Valdivia realizó un tiro libre rápido para Sánchez a la espalda de los centrales, que el ex River de emboquillada no pudo concretar porque el arquero Domínguez aprovechó su 1.93 metros de altura para quedarse con la pelota.

El segundo tiempo empezó más parejo. El técnico argentino Jorge Sampaoli se anticipó a su compatriota Gustavo Quinteros e hizo ingresar desde el arranque a Eduardo Vargas como extremo, pero cortó la sorpresa de Isla, Valdivia y Sánchez, porque ya no atacó por derecha.

Chile no aceleró durante el primer cuarto de hora, pero a partir de allí sí fue en busca de la victoria y la llave para abrir el marcador estuvo dada por un "piletazo" de Vidal que compró el árbitro argentino Néstor Pitana tras un suave agarrón de Bolaños. Ese error de Pitana selló el resultado del partido, más allá de que un cabezazo de Achillier reventó el travesaño del arco chileno.

Es que si bien debió pasar por ese sufrimiento, la sensación que quedó fue que la victoria no se le podía escapar a los chilenos, y así fue cuando a los 38 minutos se encendió Alexis Sánchez y el ingresado Eduardo Vargas convirtió con un remate bajo.

El epílogo mezcló la alegría del triunfo con una aparente frustración por el rendimiento global del equipo y la innecesaria expulsión de Matías Fernández en el descuento, por una fuerte infracción sobre Juan Carlos Paredes. 

Antes hubo fiesta

La fiesta inaugural comenzó puntual, a las 19.15, con un presentador local que le dio la bienvenida a los espectadores que llegaron temprano (a las 17.30 abrieron las puertas), ocuparon al menos el 70 por ciento de la capacidad del estadio Nacional y recordó la séptima ocasión de Chile como organizador. Luego presentó a cada uno de los seleccionados participantes.

Como en toda ceremonia de estos tiempos que corren hubo una pantalla gigante que exhibió un video cuyo protagonista fue un oficinista chileno, quien despojado de su horario de trabajo, utilizó el tiempo libre para patear una pelota que recorrió los 12 países que integran la Copa América y las ocho sedes del certamen.

Poco después se apagaron las luces del mítico estadio Julio Martínez Pradanos y dio comienzo en el escenario montado en la tribuna Andes otro buen momento de la fiesta: a la altura de la mitad de la cancha se produjo una danza ancestral típica de la Isla de Pascua de Chile que congregó a 50 bailarines.

Desde entonces, el show de luces se hizo colorido y luminoso con la aparición de 12 globos en representación de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Jamaica, Mexico, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, mientras acróbatas bailaron sobre arneses y finalizaron en la mitad de la cancha de manera sincronizada.

 

 

Un buen golpe de efecto fueron los fuegos de artificio que se instalaron en la periferia del césped, en la pista de atletismo, y fuera del estadio. A la hora señalada estallaron para el deleite de los ojos emocionados de los espectadores.

Cuando la fiesta ingresaba en la recta final hizo su aparición el cantante del grupo local 'Noche de Brujas' quien entonó el himno de Chile y cantó la canción oficial de la Copa América. En ese mismo instante, para hacer completa la escenografía, apareció 'Zincha', la mascota. 

El desenlace se produjo a las 19.45, diez minutos más de lo estipulado, y poco después los hinchas aprovecharon para calentar gargantas en la fría noche de Santiago y exclamar a los cuatro vientos el clásico: "¡Chi, Chi, Chi, le, le, le, viva Chile!", que sirvió como recibimiento para los futbolistas en el calentamiento precompetitivo.

La fiesta inaugural contó con la presencia de la presidenta Michelle Bachelet quien a través de la televisión pública chilena dio su mensaje, pero no hubo presentación para ella ni para el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile, Sergio Jadue, por temor a abucheos y silbidos como producto de un descontento general en el ámbito social y político.

(Télam)