Pasó exactamente un año de la desaparición de los 43 estudiantes de una Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en el sureño estado mexicano de Guerrero, y los interrogantes son cada vez mayores. Un país acostumbrado a la violencia extrema, no dejó pasar por alto el episodio y dejó debilitado al presidente Enrique Peña Nieto.

Entre tanto, este sábado se lleva a cabo una mega manifestación en la Ciudad de México por el aniversario de la desaparición y de tres asesinatos esa misma noche, que será encabezada por los padres de los alumnos.

Las autoridades han capturado a 111 personas, acusadas de participar en los hechos, pero los mismos no se han determinado fehacientemente. Las marchas y reclamo de los mexicanos se repiten para esclarecer el caso, incluso solicitan verdades científicas acerca de las posibles muertes de los jóvenes.

Dos versiones, ninguna certeza

Según se pronunció la Procuraduría General de la República (PGR) en noviembre, los jóvenes habían acudido a la ciudad para boicotear el informe de la esposa del presidente municipal, María de los Ángeles Pineda Villa, y que ante esto el alcalde José Luis Abarca ordenó a la policía municipal que los detuviera, y ésta los entregó a sicarios de la banda de narcotráfico de Guerreros Unidos, que los asesinaron y cremaron en el basurero de ese municipio.

Sin embargo, el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), da otra versión de lo sucedido y critica al informe oficial: los estudiantes llegaron al centro de Iguala por la noche y no fueron a boicotear el informe de Pineda Villa sino a rescatar a sus compañeros encerrados una central de micros.

Lo que más difiere entre los dos informes es que según el grupo independiente, basándose en el peritaje de un experto contratado, fue imposible que en el basurero de Cocula se cremaran 43 cuerpos.

A un año, los expertos del GIEI reconocen que no puede determinarse lo que realmente pasó con los estudiantes y que la falta de confianza en las autoridades nacionales y descrédito hacia ellos, contribuye a la incertidumbre.