Por fin el verano empezó a ser razonable. Aquel calor inmundo de la semana pasada, que hasta este team verano dudó en sostenerle la mano, ya es pasado, y ahora los días son calurosos pero en los parámetros de la normalidad. 

La mañana arranca respirable, incluso fresquita, muy buena para abrir las ventanas. El cielo presentará sol pero también nubes blancas casi invisibles que nublan parejo. Apenas arañará los 30 grados el termómetro después de tres semanas por encima de esa cifra.  Poca humedad. Hasta el sábado se mantendrá así.