Este miércoles 18 de febrero se cumple un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en su departamento de Puerto Madero, horas antes de presentar una acusación contra la presidenta Cristina Kirchner y allegados al gobierno nacional por supuesto encubrimiento en la causa Amia.

Más allá de la investigación, en manos de la fiscal Viviana Fein, la jornada de este miércoles estará marcada por una marcha de silencio convocada originalmente en memoria de Nisman y para pedir justicia, movida que nació desde el ámbito judicial pero que se fue politizando a medida que opositores sumaron sus propios reclamos a la convocatoria.

Fiscales, organizaciones judías, políticos, presidenciables y la familia de Nisman estarán presentes en la convocatoria porteña que irá esta tarde desde la Plaza del Congreso hasta la Plaza de Mayo. En Rosario, en tanto, se convocó de manera informal por redes sociales a una concentración a las 19 en el Monumento a la Bandera. Desde el gobierno nacional, sin embargo, desacreditan la marcha y atribuyen la movida a opositores, con intenciones de “desestabilizar”. La incertidumbre es lo que reina horas antes de una marcha dividida.

Si bien surgió como una movilización para pedir justicia, rápidamente los políticos se plantaron a marcar sus posturas. Los presidenciables no oficialistas confirmaron que asistirán a la marcha en Capital Federal: Mauricio Macri (Pro), Sergio Massa (Frente Renovador), Julio Cobos (UCR), José Manuel De la Sota (PJ Córdoba), Elisa Carrió (Coalición Cívica) y Hermes Binner (Partido Socialista), entre otros.

Sin embargo, el socialismo santafesino se mostró dividido. Más allá de que Binner asistirá, al igual que otros legisladores nacionales como Juan Carlos Zabalza, el gobernador Antonio Bonfatti y la intendenta Mónica Fein aclararon que “adhieren” pero no participarán.

Esta misma división se repite en el ámbito judicial local. Es que el gremio de empleados judiciales provincial no adhiere porque aduce que la movida está “politizada”, el Colegio de Abogados confirmó su presencia aunque reconoce la politización y la Asociación de Fiscales irá a Buenos Aires pero a manifestar su silencio frente al despacho donde trabajaba Alberto Nisman. Es una réplica de lo que ocurre en Capital Federal, donde la Justicia también está dividida (por ejemplo algunos sectores de trabajadores judiciales decidieron no asistir pero sí el secretario general del gremio de judiciales, Julio Piumato).

La presencia más fuerte estará en el primer cordón de la marcha, cuando las cámaras tomen a la ex mujer del fiscal Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, sus dos hijas, y la madre del fallecido fiscal, Sara Garfunkel, y a una bandera negra recordando al fiscal. Al menos así se anticipa desde la organización. La jueza confirmó la asistencia y solicitó "rendir silenciosamente" un homenaje a su ex esposo.

Muy cerca estarán los fiscales encargados de la convocatoria: Guillermo Marijuan, Raúl Plee, Ricardo Sáenz, José María Campagnoli, Carlos Rívolo, Carlos Stornelli, Germán Moldes. Además Carlos Donoso Castex y Luis Cevasco, representantes de entidades fiscales. Los mencionados fiscales han demostrado tener una posición lejana al kirchnerismo.

Desde el oficialismo, la presidenta Cristina Fernández decidió no emitir opinión directa al respecto, pero sí sus funcionarios. Desde que se puso fecha a la convocatoria, la criticaron y la calificaron como un golpe blando a la democracia.

El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, sostuvo que le "hubiese gustado estar en la marcha" si "fuese por un homenaje" al fallecido fiscal, dado que considera que se politizó al punto que ya no lo es. 

“A la Casa Rosada se llega a través de los votos o yendo a las visitas guiadas de los fines de semana”, ironizó el precandidato presidencial por el Frente Para la Victoria, Agustín Rossi. “La oposición, de la que la corporación judicial forma parte, utiliza la trágica muerte de Nisman para posicionarse política y electoralmente, pero también, para generar desgaste en torno a la figura de la Presidenta de la Nación”, añadió.

El 18 F desde su origen estuvo signado por las ambigüedades y dilemas políticos que subyacen en un verano particular, y un año movido por el calendario electoral.