Luego de una tortuosa semana que prometía lluvias y tormentas que esquivaban a la ciudad, entre el calor y la humedad, y una lluvia que llegó pero no se hizo escuchar, el fin de semana rosarino se inaugura con un aire renovado.

El sábado arrancó despejado y con vientos leves que no despeinaban pero sí hicieron sentir el descenso de la temperatura, porque la mínima era de 9 grados según el Servicio Meteorológico Nacional.

En lo que resta del día previo a los comicios se esperan vientos leves, pocas nubes y una temperatura agradable para andar con mangas largas aunque sin demasiado abrigo, porque la máxima será de 25 grados.

Lejos quedó la pesadez previa al temporal, y para el resto del finde, como bocanada de aire fresco se espera que siga estable para aprovechar y no quedarse adentro.