El óleo del artista Joaquín Sorolla, "Vuelta de la pesca. Playa de Valencia" se remató hoy en Londres por 3,6 millones de dólares, muy encima del precio estimado, junto con otros dos lienzos del autor, que hizo de las imágenes mediterráneas una de sus señas de identidad.

El artista moderno nacido en 1863 y muerto en 1923 fue el destacado en una subasta en la casa Sotheby's dedicada a los grandes pintores europeos del siglo XIX. Tanto es así que no fue lo único que se vendió por sumas estrepitosas. También se subastaron un estudio del artista valenciano para la obra "Triste herencia", que alcanzó los 286.000 dólares, mientras que su pintura "Viejo castellano sirviéndose vino" se vendió por 305.500 dólares.

"Gitana con niño", del catalán Hermenegildo Anglada-Camarasa, se remató por 230.100 dólares, mientras que "La buenaventura", del cordobés Julio Romero de Torres, acabó la puja sin comprador. Lo mismo le pasó al soleado paisaje del "Paseo de Mallorca" en el que el también español Santiago Rusiñol retrata carruajes de caballos en la ciudad de Palma que salía con un precio mínimo estimado de 62.800 dólares, pero no encontró comprador.

La estrella de la sesión en la capital británica fue la obra marinera que Sorolla ejecutó en 1908, variación de uno de los temas recurrentes del pintor, el de los pescadores que regresan a tierra con sus capturas tras una jornada de trabajo. Es que fue precisamente con ese tipo de imágenes con las que llamó la atención del público internacional por primera vez en el Salón de París de 1895.

En la obra rematada hoy, un óleo de pinceladas decididas, el valenciano retrata un paisaje optimista de colores vivos que demuestra su dominio sobre la luz. "Para Sorolla, el mar Mediterráneo significaba todo lo positivo de España. El país tiene una historia maravillosa y ese mar le da un sentido todavía más positivo. El Mediterráneo fue realmente lo más importante para él", explicó el jefe del departamento de pintura europea del siglo XIX de Sotheby's, Adrian Biddell.

"Le gustaba pintar la realidad, la gente real en situaciones reales, algo común en los pintores del XIX", señaló Biddell.

Uno de los trabajos icónicos de Sorolla, también subastado, es precisamente la imagen de unos niños jugando a la orilla del agua que representa "Triste herencia", una obra con la que el valenciano cierra su interés en los temas religiosos y sociales que había cultivado en la década de 1890.

Para el experto de Sotheby's, el estudio para "Triste herencia" demuestra la destreza para captar la claridad de los paisajes marinos de Sorolla, que a partir de esa época "comenzó a ser conocido como el maestro de la luz".

(EFE)