Ojalá el verano siguiera así. El martes amaneció con una frescura agradable, que invita a encarar la jornada. La mínima anduvo en los 17º, y aunque el sol salió a saludar tempranito, la temperatura máxima no irá más allá de los 28º.

No es como para salir ni con un abrigo finito. Vale la pena disfrutar la brisa fresca en la piel, que ya la mañana se va templando.

Hay un alerta emitido por el Servicio Metereológico Nacional para el mediodía, aunque su epicentro está enfocado en Buenos Aires. Por ahora, aunque los expertos preanuncien nubarrones y quizás algún chubasco para la tarde, el cielo sonríe a pleno.

Para el miércoles, en cambio, sí: el calor empezará a apretar y llegará hasta los 33º. Y bueno, se trata del verano ¿no?