Como titular del Concejo Municipal, Miguel Zamarini emprendió desde hace unos años una cruzada para que las empresas telefónicas den la cara ante las miles de denuncias que se acumulan en la oficina municipal del consumidor por fallas e irregularidades en el servicio que prestan.  Pese a la reticencia de las compañías, logró el año pasado sentar a sus representantes en el recinto. "Se sientan pero como no quieren invertir de un buen modo tiran la cosa siempre para adelante", explica indignado el edil socialista. 

Tal como publicó Rosarioplus.com, Zamarini confirmó que las telefónicas "encabezan por lejos" los reclamos de los rosarinos en lo que respecta a prestación de servicios. "Lo que vemos es que siempre pierde el usuario. Estas empresas ganan muchísimo dinero a a partir de estos fallos", explica el funcionario, quien agrega: "Retacean y miran para otro lado. Operan con mucha impunidad".
     
En 2014, los representantes de Movistar, Claro y Personal, que se reparten el ciento por ciento de las 62,5 millones de líneas activas (37 millones en uso, según los últimos relevamientos), acudieron en dos oportunidades al edificio de calle Córdoba. Según el presidente del Concejo, las compañías brindaron "explicaciones técnicas" y prometieron "inversiones" para solucionar los inconvenientes registrados. 

"En el Concejo podemos tomar el reclamo y podemos asistir a la gente sin costo. También podemos convocar a las telefónicas. Lo que lamentablemente no tenemos  es capacidad de sanción o multa. Eso lo compete a las provincias y a las la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC)", señala el dirigente del Partido Socialista.

Las firmas, según asegura Zamarini, argumentan que "parte de los inconvenientes en la ciudad" se debe a que la ordenanza de Rosario es "muy estricta" debido a que fue trabajada con asociaciones ambientalistas. "Dicen que nuestra normativa es muy exigente, la más dura del país. Se quejan que hay muchos palos en la rueda pero jamás asisten a los debates para modificar la reglamentación vigente".    

Zamarini le confío a Rosarioplus.com que a mediado de año volverá a convocar a las telefónicas para que expliquen por qué colocaron solamente seis de las cincuenta antenas que prometieron instalar, entre otras irregularidades detectadas en los últimos meses. "Sé que no tengo poder suficiente pero no me resigno", concluye.