La aplicación se llama “Burnbook”, o en español “El libro de quemados”. El concepto se hizo popular luego de la película Mean Girls (Chicas Pesadas), film en donde las protagonistas eran estudiantes secundarias que escribían en ese cuaderno sus peores pensamientos, rumores falsos y todo tipo de chismes. 

Ahora, los libritos malvados ya no vienen con papel ni se escriben con fibras. Son digitales. Y alguien pensó que sería buena idea convertirlo en una aplicación. Resultó ser una mala idea porque, según sus detractores, The burn book impulsa el bullying.

A ver, la aplicación no es original. Hace años que existen blogs e inclusos se crean grupos en Facebook para reírse de otras personas o marcar diferencias. Pero lo que asusta de Burnbook es su gran escala. Y la posibilidad que da la aplicación de identificarse con cierta comunidad o colegio. 

Burnbook es gratis y cualquiera que tenga un celular o tablet con Android o iOs puede descargarla en unos minutos. Se pide ser mayor de 17 años para usarla, pero es difícil verificar la edad. Basta después sumarse a la comunidad que se elija en el marco de esta particular red social y ya se puede postear lo que se tenga ganas. En forma anónima.

Sugerencias de The Burnbook: compartir bromas, revelaciones, proclamas y confesiones, entre otras cosas. “Todo sucede en Burnbook. Juntos, podemos guardar el secreto", promete la aplicación a sus usuarios. Claro que, bajo la consigna del anonimato, se escribe cualquier cosa sobre cualquier persona. Cyberbullyng, con todas las letras.

Por supuesto, inicialmente solo la usaban jóvenes pero a medida que creció su popularidad también se sumaron profesores y padres en un intento por “mediar” y “dar mensajes positivos”. Con lo cual las discusiones resultan cada vez más confusas e incluso violentas en cuanto a debates.