Alrededor de 400 tambos del centro y norte provincial, principalmente en los departamentos La Capital, Las Colonias y Castellanos, podrían detener su producción en las próximas semanas, debido a las consecuencias del temporal, según alertaron desde el Ministerio de Producción de la provincia y desde la Federación Agraria.

Si bien la recomposición de relaciones con el gobierno nacional -en el marco del anuncio de la Presidenta Cristina Fernández- significó un hito para la entidad que representa a los chacareros, también persiste profunda preocupación en las filiales de la cuenca lechera santafesina por la viabilidad del sector.

La información llega desde el Ministerio de Producción provincial, que entregó las cifras a los productores tamberos el pasado 9 de marzo, tras el temporal.

El referente de la Federación Agraria en Santa Fe, Daniel Oggero, fue incluso más pesimista en diálogo con Rosarioplus.com: “Tememos quedarnos cortos con esta cifra, pero nos vamos a enterar (si no llueve) en un mes, cuando se haga un relevamiento total”, dijo en alusión al perjuicio que el exceso hídrico y el anegamiento de campos causó en la disponibilidad de pasturas y terrenos aptos para el pastaje.

Los tambos de estos tres departamentos están 100% comprometidos. Es una zona clave: se trata nada menos que de la cuenca lechera más importante de América latina.

Ya la industria lechera estaba en crisis de producción antes de las inundaciones. Como apuntó Oggero: “En diciembre hicimos una protesta por falta de rentabilidad del sector, que está bastardeado y desde 2007 vienen cerrando los tambos del país. Esta inundación es la gota que colmó el vaso”.

Según el último censo, los tamberos son casi 10 mil, con una producción que no supera los 3 mil litros de leche diarios. En este marco, el dirigente estima “que un 70% de tamberos desaparecerán”.

Cada vez que hay una inundación, hay que mudar las vacas, porque con el agua se acalambran y se mueren, y las pasturas se echan a perder con sólo cuatro días de lluvias. Estas se tienen que volver a plantar, y si no llueve, hay que esperar dos meses para que las vacas puedan pastar.

Para paliar este panorama, Oggero detalló que “los productores junto al Ministerio de la Producción estamos armando un proyecto de ley de políticas sustentables para que por fin se revierta esta situación donde el productor tenga bajo costo la producción”.