El vessyl es el vaso del futuro. A simple vista es sólo un jarro térmico, como esos que se venden en negocios de camping o de regalos empresariales (esos locales que tienen las vidrieras llenas minigolfitos para el baño, teléfonos con calaveras, etc.).

Pero no es así, este vaso tiene la capacidad de reconocer inmediatamente qué bebida se le está sirviendo, y lo muestra en una pantalla digital disimulada en su cuerpo. 

Según sus creadores, los beneficios de tener un registro preciso de qué se bebe son tener un mejor control del peso, mantenerse hidratado, regular el consumo de cafeína y azúcar, mejorar el descanso, entre otras cosas. 

El otro beneficio es empezar una dieta sana. Es que cuesta 120 dólares, y es probable que, después de comprarlo, sólo alcance la plata para tomar agua.