El Ministerio de Salud Pública resolvió adoptar como política de educación sexual y reproductiva la provisión en sus hospitales y centros de salud del implante subdérmico anticonceptivo (ISA), un dispositivo hormonal diferente al de las tradicionales pastillas. Al igual que estas últimas, evita embarazos pero no enfermedades de transmisión sexual por lo que el preservativo mantiene el podio en cuanto a métodos para evitar las enfermedades venéreas. En el mercado argentino está hace unos dos años y su precio oscila entre los 1800 y los 2000 pesos. Lo novedoso aquí es que la población puede acceder de ahora en más en forma gratuita a través de la red de salud pública.

Especialistas explicaron que el ISA sólo tiene progesterona, por lo cual es probable que la mujer que se lo aplica no menstrúe en forma cíclica. No obstante, es un método útil para aquellas mujeres que por razones de salud no pueden utilizar estrógenos.

El ISA forma parte de la canasta de insumos del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y se trata nada más y nada menos que de un implante debajo de la piel de simple aplicación, cuyo efecto tiene una duración de tres años.

¿En qué consiste? Se trata de una varilla del tamaño de un fósforo que se coloca debajo de la piel del brazo de la mujer.

¿Cómo funciona? La varilla libera hormonas lentamente por 3 años, evitando de este modo la ovulación, y está dirigido a adolescentes de entre 15 a 24 años y sin necesidad de un evento obstétrico previo.

El Ministerio de Salud de la provincia ya está capacitando a sus profesionales para que sepan los alcances de este nuevo método y cómo facilitarlo a la ciudadanía.

“Esta capacitación se orienta a actualizar los saberes tecnológicos de los profesionales de la salud en el marco de la educación permanente en salud”, explicó el coordinador de Salud Sexual y Reproductiva, Oraldo Llanos.

En diálogo con Rosarioplus.com Llanos amplió: “Este método viene muy bien para la población joven porque es de fácil cumplimiento. El 99 por ciento de efectividad que tiene es real”.

Mediante la incorporación al sistema público de salud de este avance se pretende “seguir garantizando el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, específicamente para que las adolescentes puedan optar un método anticonceptivo de fácil colocación, que no duele y que es perdurable en el tiempo”, agregó el coordinador de Salud Sexual.