Lejos del ajetreo que hubo este lunes a la madrugada, cuando la policía encontró el cuerpo sin vida de Diego Sarjanovic en un departamento del quinto piso, el panorama esta mañana en el edificio de Moreno 511 era de absoluta calma. Hace apenas unas horas, policías y fiscales alteraron la paz al realizar el allanamiento que logró dar con el empresario al que se buscaba hacía tres días. Y luego un remolino de periodistas se acercó a la zona. Pero pasadas las ocho de la mañana, el panorama era tranquilo otra vez. Si no se tenía el dato de lo ocurrido, podría haber pasado como una mañana cualquiera. El bar funcionaba normalmente, igual que el kiosco de enfrente.

La principal sospechosa del crimen de Sarjanovic es una mujer de 38 años, quien habría mantenido una relación amorosa con el empresario y quien tendría, además, una abultada deuda con él. Eso es lo que se desprende, al menos, de las primeras investigaciones y de lo que plantea el abogado de la familia del empresario fallecido. 

Andrés vive desde hace años en el departamento ubicado justo en el piso de abajo de la vivienda donde se encontró al empresario y aseguró que nunca había visto a la mujer sospechada ni al fallecido. “Acá nos conocemos entre todos y nunca los había visto. Esa propiedad no parecía estar habitada por una persona fija”, afirmó el joven a Rosarioplus.com.

Pero detalló un episodio que le llamó la atención. “El sábado a la mañana, bajó una chica y me preguntó si escuché ruidos el día anterior”, contó. Pero el viernes Andrés no había estado en su casa. De todos modos, la mujer le comentó que su padre había tenido ataques de pánico y en ese marco habría roto varios muebles de la casa el viernes por la noche.

De hecho, cuando este lunes por la madrugada Andrés volvió a sentir ruidos, lo primero que pensó es que se trataba de otro ataque de pánico de su vecino. Sin embargo, era la policía que derribaba a la fuerza la puerta del departamento de arriba, donde hallaron el cuerpo sin vida del empresario.

Según detalló Andrés, el departamento ubicado al lado de donde encontraron el cadáver suele estar vacío. De hecho, el viernes tampoco estaba. Eso contó en la fiscalía, cuando esta mañana fue a declarar. 

También declaró el vecino del primer piso, quien fue el que se levantó a la madrugada para abrirles la puerta de calle a los policías. Hubo que abrir, además, la puerta de la cochera para que verificaran si allí se encontraba el auto de Sarjanovic, pero no estaba. Aún lo buscan, igual que su teléfono celular. Igual que a la mujer que está señalada como principal sospechosa del crimen.