El Ejército de Nigeria pidió ayuda a la comunidad internacional para poder hacer frente a Boko Haram, después de que cientos de personas fueron asesinadas por el grupo terrorista en la localidad de Baga, al noreste de Nigeria, el pasado miércoles.

El portavoz del Ejército, Chris Olukolade, calificó en un comunicado este ataque como "el más mortífero" perpetrado por los terroristas desde 2009 y pidió "a todo el mundo que colabore contra el mal de Boko Haram, en vez de denigrar a aquellos que trabajan para derrotarlo".

Tras el ataque, el Ejército fue duramente criticado porque los milicianos de Boko Haram no encontraron apenas oposición durante el asalto a la ciudad, ya que las fuerzas de seguridad destacadas en una base militar cercana huyeron tras un primer ataque ocurrido días antes.

"El Ejército nigeriano no ha renunciado a Baga ni a otras localidades donde la actividad de los terroristas prevalece", dijo Olukolade, citado por el diario PM News.

Así, explicó, "para hacer frente a esta situación, hemos realizado una planificación adecuada de hombres y recursos".

Aunque no hay una cifra oficial de los muertos en Baga, las autoridades locales señalaron que cientos de personas perdieron la vida.

Además, la Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) informó de que más de 7.000 personas han huido hacia Chad en los últimos días debido a los ataques en la zona.

"Es necesario tranquilizar a los nigerianos de que las Fuerzas Armadas nigerianas y los organismos de seguridad son capaces de hacer frente a los terroristas en Baga y en todas las partes del territorio de la nación donde sus actividades son frecuentes", añadió el portavoz militar.

Sin embargo, Boko Haram sigue perpetrando sangrientos ataques, el último de ellos ocurrió ayer cuando una menor se inmoló en un mercado de Maiduguri, la capital del estado norteño de Borno, y mató a al menos 20 personas.

No es la primera vez que el Ejército recibe fuertes críticas por su ineficacia, ya que tras el secuestro de más de 200 niñas en una escuela de Chibok el pasado mes de abril -que todavía permanecen en paradero desconocido- fue criticado por la "lenta" respuesta ante el secuestro de las menores y por la falta de resultados en su búsqueda.

La secta islámica, que lucha por instaurar un estado islámico en Nigeria, mantiene una sanguinaria campaña en el país, donde han muerto más de 3.000 personas en lo que va de año, según datos del Gobierno nigeriano.

(EFE)