Newell’s Old Boys derrotó por dos a cero a Unión en el Coloso Marcelo Bielsa con justicia y buen juego. En Rosarioplus.com analizamos el rendimiento particular de la lepra. 

Oscar Ustari: fue un espectador de lujo. Sólo lo exigió Diego Villar con un remate desde lejos que lo obligó a tirarse y sacarla al córner.

Marcos Cáceres: no tuvo problemas por su sector. Pasó al ataque con criterio.

Leandro Fernández: ganó el duelo con los delanteros tatengues. Tuvo una de cabeza en el primer tiempo. 

Victor López: salió en el arranque del segundo tiempo por una molestia muscular. Hasta entonces, no tuvo inconvenientes. 

Milton Casco: estuvo algo impreciso, pero cada vez que pasó al ataque generó peligro, como en el primer gol leproso. 

Diego Mateo: contagió al equipo con su entrega y determinación. Hizo las cosas simples. Marcó el segundo gol, un premio merecido después de una larga recuperación. 

Hernán Bernardello: el complemento perfecto de Mateo. Mucho despliegue para recuperar la pelota y movilidad para ser opción de pase.

Nicolás Castro: pausa y claridad. Se asoció al juego colectivo y también dio una mano en el retroceso.

Víctor Figueroa: le imprimió vértigo al equipo con su habilidad y cambio de ritmo. Volvió a marcar, esta vez de cabeza. Pudo meter dos o tres más, pero la definición no es su fuerte.

Maxi Rodríguez: el aductor le impidió seguir en cancha. 

Ezequiel Ponce: aguantó siempre de espaldas. Luchó contra los defensores tatengues. Al final se excedió con los lujos, pero hizo un buen partido. 

Mauricio Tévez: su velocidad fue un problema para Unión.
 
Sebastián Martínez: debutó anoche en la Lepra al reemplazar a Victor Lopez. Firmeza y presencia en el fondo. 

Federico Fattori: ingresó en los últimos minutos. 

Américo Gallego: el equipo jugó el mejor partido del campeonato y hasta pudo golear a Unión. Tuvo algunas complicaciones por las lesiones de López y Maxi.