A primera vista, LIX parece un bolígrafo ordinario, pero adentro contiene un mecanismo similar al de las impresoras 3D. A diferencia de éstas, no requiere introducir un modelo para luego materializarlo, sino que permite dibujar en el aire y crear modelos instantáneamente.

El lápiz derrite y enfría plásticos coloreados -son el trazo de este particular lápiz- que hacen posible la creación de estructuras rígidas que se pueden sostener por sí mismas. En su extremo superior tiene un puerto USB 3.0 que lo alimenta. En la otra punta, un cabezal que calienta y enfría un filamento de ABS/PLA para que se solidifique rápidamente.

Lix puede tener varias aplicaciones: obras de arte, accesorios, piezas de decoración, manualidades y prototipos. Si bien ya existían otros productos similares en el mercado, éste se destaca por ser pequeño, liviano, cómodo y extremadamente portable, como un lápiz. Además, no emite ningún sonido.